Marca Axarquía 2023

La Axarquía, como joya de una Costa del Sol «sin prisas»

La comarca más oriental de la provincia permanece a salvo de las masificaciones que padece el resto del litoral malagueño, como vergel en el que redescubrir los orígenes prehistóricos del mar Mediterráneo

El caso histórico de Frigiliana, en el Festival de las 3 Culturas.

El caso histórico de Frigiliana, en el Festival de las 3 Culturas. / L. O.

Fran Extremera

Fran Extremera

Sin prisas, sin masificaciones. Paraíso de un paraíso que en sí representa la provincia de Málaga. Así es la comarca de la Axarquía, parte indivisible de una Costa del Sol cada vez más cosmopolita y global. Porque para conocer los 31 municipios de la parte más oriental del litoral malagueño hay que tomarse un buen descanso. Debe el viajero recorrer laderas imposibles, visitar algunas de las joyas mudéjares que mejor aspecto conservan en Andalucía. Y debe sobre todo tomar buena nota de los numerosos templos gastronómicos donde descubrir el potaje de hinojos, las migas de harina o ese ajoblanco del que presume una de sus cunas más populares, la localidad de Almáchar. Hay muchas Axarquías en La Axarquía, pero todas merecen un alto en el camino. Porque en su territorio encontraremos las cotas más altas de la provincia, las dunas a pie de playa por las que se asoma el núcleo torroxeño de El Morche o la Cueva de Nerja, como patrimonio de una Nerja que ya era lugar de paso hace alrededor de 13.000 años.

La tierra a oriente, de donde nace el antiguo término «Jarquía» («šarqíyya» en árabe), creció sin lugar a dudas a fuego lento y ahí mantiene un potencial enorme. Frente a otros enclaves costasoleños ya maduros, el coronavirus ha abierto como nunca algunas oportunidades inéditas a una comarca que además presume de ser la despensa andaluza que mejor aúna producción de hortalizas, frutas subtropicales y pescado fresco. También a muy pocos kilómetros de distancia encuentras las fincas donde se cultivan más de la mitad de todos los mangos producidos en Europa, más de 13.000 hectáreas dedicadas al aguacate, un crisol de invernaderos dedicados a diversas hortalizas y el puerto pesquero de Caleta de Vélez, líder del Mediterráneo andaluz en toneladas capturadas.

Es el subtropical axárquico uno de los pilares económicos del sector agroalimentario malagueño. Ni la sequía ha impedido que aguacates y mangos cultivados en esta comarca formen parte una temporada más de las más selectas cocinas centro europeas. Porque no hay otras frutas de tal calidad en el recorrido por todos y cada uno de los países productores de estas tan nutritivas frutas.

Es el turismo otro de los principales pilares económicos de la Costa del Sol, y la incidencia de la pandemia ha complicado hasta hace un año la evolución de este sector. Poco a poco han recuperado cifras de 2019 enclaves tan visitados como Nerja, Torrox, Frigiliana, Vélez-Málaga, Torre del Mar o Rincón de la Victoria. Y también se han vuelto a mostrar con números prácticamente inéditos, por encima de los anteriores a la llegada del Covid-19, multitud de núcleos rurales ubicados en el interior de la comarca oriental.

Expertos en comparar los más diversos rincones del planeta se han apresurado a comparar La Axarquía con la Toscana italiana o la comuna francesa con capital en Niza. Pero lo cierto es que, como subrayan los munícipes de esta parte de la Costa del Sol, el litoral malagueño más oriental tiene personalidad propia. La Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol-Axarquía es la encargada de servir de eje a un territorio que lleva años promocionando sus encantos más diversos en cuantas ferias turísticas se celebran tanto en suelo español como en el resto de Europa.

Uno de los aspectos en los que se incide precisamente en numerosos foros turísticos va referido a la falta de más alojamientos hoteleros en esta comarca. De hecho, alrededor del 90% de las instalaciones hoteleras se encuentran enclavadas en el litoral, con el predominio en términos absolutos de Nerja, por delante del litoral torroxeño, Torre del Mar y Rincón de la Victoria. Y por otra parte, esta parte del litoral malagueño carece de establecimientos hoteleros de la máxima graduación. Igualmente el desequilibrio con el resto de la Costa del Sol es notable, si miramos a la existencia de campos de golf en este territorio. Son apenas dos, Añoreta en Rincón de la Victoria y Baviera Golf, en Vélez-Málaga.

Para encontrar un complejo hotelero de dimensiones comparables a algunos de los grandes destinos del Mediterráneo hay que recalar en el entorno de la playa de Ferrara, concretamente en Torrox-Costa. Perteneciente a la cadena Iberostar y justo con un par de décadas de existencia, sus cuatro estrellas y más de 300 plazas lo colocan en una posición privilegiada.

Las plazas hoteleras existentes entre la capital malagueña y el término hotelero, en número inferior al del resto del litoral, queda compensado por la proliferación en estos últimos años de miles de apartamentos de uso turístico. En este punto, las autoridades recuerdan que no dejan de invertir en la mejora de los recursos hídricos, cuando la comarca axárquica arrastra ya cerca de tres años hidrológicos completos con registros inferiores a la media histórica. Hace escasas semanas hizo un anuncio oficial el Gobierno central, acerca de una inminente inversión de 100 millones de euros para la construcción de una primera desaladora para la comarca oriental. Dicha infraestructura se complementaría con las numerosas mejoras que la Junta lleva impulsadas en el marco de cada uno de los distintos decretos de sequía. Y es que el embalse de la Viñuela sigue bajo mínimos históricos (10%).

La pasa se erige en «gran patrimonio» para la comarca

La comarca de la Axarquía recibió hace ahora cinco años un importante reconocimiento internacional, gracias a la protección que se le dispensó a una de sus históricas delicias gastronómicas: la uva pasa moscatel. Con un peso específico cada vez más reducido, dentro de la economía de esta parte de la Costa del Sol, logró obtener el título de Sistema Importante-Ingenioso del Patrimonio Agrícola Mundial (Sipam).

La acreditación concedida por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) supuso un «fuerte espaldarazo» a un sector del que aún viven unas 2.000 familias en la comarca más oriental de la provincia y que consigue mantener la esencia de lo que es la agricultura tradicional malagueña. La Junta de Andalucía recordó que la distinción venía a reconocer «la dignidad del trabajo de los agricultores axárquicos, que muchas veces tienen que hacer un esfuerzo sobrehumano para recoger la uva pasa». La candidatura fue abanderada por la propia administración autonómica, junto a colectivos como la Asociación Moscatel o el Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) Málaga, Sierras de Málaga y Pasas de Málaga. Y se sumaron las organizaciones agrarias de la provincia UPA, COAG y Asaja o la Asociación para la Promoción Turística de la Axarquía.