Ponerse en la piel de aquel que va a un establecimiento a comer y encontrar en la carta lo que a él le gustaría ha sido una de las claves para que Casa Lola triunfe en Málaga, un guiño a la taberna andaluza tradicional pero con platos que recogen lo mejor de la gastronomía española que abrió sus puertas en el año 2010.

Con Daniel Salazar, Buri, Daniel Gumpert y Juan Pablo Marín al frente de esta marca, Casa Lola puede presumir de ser el primer establecimiento de la ciudad en incorporar el vermut a su carta, una propuesta de moda en estos momentos pero que hace casi nueve años ya la incluyó esta casa en su carta y se ha convertido en un auténtico referente. «Nos trajimos uno expresamente de Madrid, es una de las cosas de Casa Lola que se ha hecho famosa», resalta Buri.

Desde que Casa Lola abrió en la calle Granada en 2010 ha sumado tres establecimientos más. En Marbella (2014), Puerto Banús (2016) y otro en el centro de la ciudad, en concreto, en la calle Strachan. El último en unirse a esta gran familia y que comenzó su andadura en 2018. «Una de las cosas que más gusta en este Casa Lola es la fachada, es muy atractiva», explica Buri.

Con estos cuatro locales, Casa Lola está próximo de sumar un quinto, una apertura de cara al verano en la plaza Uncibay, donde se asentaba la cafetería Doña Mariquita. «Va a estar muy enfocado a la terraza», resalta uno de los dueños.

Mientras tanto, con cuatro establecimientos a pleno rendimiento, Casa Lola cuenta con una carta compuesta por unas 60 propuestas variadas en las que reina el concepto tapa. «Para dos cañitas y dos tapas tiene todo el mundo», explica. Entre los grandes embajadores de Casa Lola, además del vermut, se encuentra la hamburguesita de presa ibérica o el pincho de carpacho de pulpo acompañado de una salsa alioli y pimiento de la Vera Las patatas bravas y la ensaladilla rusa también son otros de los platos que más salida tienen. «Intentamos mantener siempre una buena calidad y al año realizamos uno o dos cambios de carta para que el cliente no se aburra. Aunque a eso hay que sumarle las cositas que tenemos fuera de carta», resalta Buri.

Sin embargo, con algunas variaciones en las cartas de cada uno de los establecimientos, sus propietarios aseguran que en cada uno de ellos triunfa algo diferente. En el caso del Casa Lola de Marbella, el pescaíto frito con los boquerones victorianos como protagonista es el plato estrella entre sus comensales.

Con el 80 por ciento de la carta en común en todos los Casa Lola, en cada uno de ellos existe la posibilidad de elegir entre más de una decena de pinchos o comerse un entrecot; una carta amplia para todos los gustos en la que los vinos cobran especial protagonismo. Casa Lola ofrece a sus clientes una carta mimada para que haya opciones para todos los paladares y bolsillos.