A lomos de una ola surfeando por el mundo le surgió a su propietario, Rafael Cámara, la idea de Coco Bambú. A su vuelta convirtió su local en primera línea de playa de Torremolinos en un espacio gastronómico diseñado para recopilar las mejores recetas de los países donde él mismo había estado. Nació el concepto de Gastrosurf. Brasil, EEUU, México o Chile están representadas en una cuidadosa carta que, desde hace dos meses, incluye Japón con Kokonattsu. Un espacio culinario servido en la terraza con vistas al mar en los meses cálidos e integrado en sala el resto del año, que se inspira en la unión que los japoneses afincados en Brasil, desde 1908, hicieron de su recetario con los ingredientes del país latino. De ahí que el sushi de Coco Bambú siga la corriente nipo-brasileña con propuestas coloridas, sabrosas y exóticas fruto de la influencia latina.

Cuenta con cerca de 40 variedades de sushi entre los que destacan el nigiri de atún rojo salvaje y foie curado con Gin malagueña o el uramaki de salmón y mango de la Axarquía con piel de cítricos del Guadalhorce. Otras atractivas propuestas son sus tartares de atún rojo y de pez mantequilla con aires mediterráneos; sus sopas y ramen; la tempura de gambones con curry amarillo y salsa thai o la anguila kabayaki sobre arroz y wok.

En la parte latina sobresalen los tacos mexicanos y las clásicas recetas brasileñas como la auténtica moqueca bahiana de camarones, el exquisioto peixe a delicia de rosada, plátano frito y salsa bechamel de coco o la jugosa picaña de angus.

El local tiene un salón para 75 personas, ideal para comidas de empresa o reuniones familiares, y una terraza frente al mar para eventos excluivos y privados para 30 comensales. Dispone de coctelería premium.