El sector agrario se ha levantado y está inmerso en una oleada de protestas para defender su futuro, ¿qué puede decir al respecto?

El pasado 4 de febrero recibí a las organizaciones profesionales agrarias de la provincia de Málaga representadas por Asaja, COAG y UPA, junto a cooperativas agro-alimentarias de Málaga para analizar la actual crisis que sufre el sector. Un aspecto fundamental es dignificar el papel que desempeñan los agricultores y ganaderos que proporcionan alimentos sanos y de calidad a toda la sociedad, cumpliendo con las altas exigencias de la normativa de la Unión Europea y que garantizan la supervivencia del mundo rural contribuyendo a la sostenibilidad y a la mitigación del cambio climático al ser la agricultura un sumidero neto de CO2 gracias a la fotosíntesis. Indudablemente, los problemas como el despoblamiento y la falta de relevo generacional requieren del trabajo de todas las administraciones. El Gobierno andaluz, en una de sus primeras medidas, apostó por la supresión del impuesto de sucesiones y donaciones para facilitar el relevo de las explotaciones agrarias familiares. Desde el Gobierno de Juanma Moreno se ha mostrado el total apoyo a la reivindicación del sector agrícola andaluz de obtener unos precios justos que supongan una retribución digna al trabajo e inversión del sector.

¿Hacen las administraciones todo lo que pueden para abordar esta crisis de rentabilidad que aseguran tener?

Desde la lealtad institucional al Gobierno de España, el Ejecutivo andaluz reclama una actitud proactiva en defensa del sector en la Unión Europea y donde corresponda, para hacer frente a los aranceles de los Estados Unidos. También es importantísimo la defensa de la Política Agraria Común (PAC) y para ello hay que conseguir que desde las instituciones comunitarias se mantenga el presupuesto asignado en el próximo Marco Financiero Plurianual 2021-2027 para evitar que se concreten los anunciados recortes. Además son necesarias otras actuaciones, como implementar mecanismos de ayuda fuera del presupuesto de la PAC, introducir cambios en la Organización Común de Mercados (OCM) para actualizar los umbrales de referencia que eviten, por ejemplo, los problemas con el almacenamiento privado del aceite de oliva, avanzar en la autorregulación del mercado a través de las organizaciones de productores o sus asociaciones y, sobre todo, intensificar los controles de importación en los Puntos de Inspección Fronterizos (PIF) para que se cumplan los contingentes arancelarios y se apliquen las mismas condiciones de comercialización en materia de calidad y seguridad alimentaria, así como la revisión de los acuerdos con terceros países tras la entrada en vigor del brexit.

Con el objetivo de amortiguar los efectos de los aranceles, el brexit o la sequía, la Consejería ha constituido un instrumento financiero para poner a disposición de los agricultores fondos por valor de hasta 750 millones de euros sin necesidad de tener que aportar garantías.

El Ejecutivo andaluz venía reclamando desde hace tiempo la modificación de la Ley de la Cadena Alimentaria para otorgar mayor protección al productor y al comercializador en origen y el fortalecimiento de las organizaciones interprofesionales para mejorar la vertebración del sector y lograr que los productores mejoren su posición negociadora dentro de la cadena agroalimentaria. En esta línea, desde la Consejería se va a proceder a una nueva convocatoria de subvenciones.

¿Qué medidas pone sobre la mesa la Junta de Andalucía

La Consejería, consciente de las dificultades que atraviesa el sector, agilizó los pagos de la PAC correspondientes a las Solicitudes Únicas de 2019, de forma que en la provincia de Málaga se abonaron 73,38 millones de euros (52,75 millones de euros, como anticipo del 70% de la ayuda en octubre y 20,63 millones de euros, como saldo en diciembre).

Otro instrumento del que dispone la Consejería es el Programa de Desarrollo Rural de Andalucía (PDR) 2014-2020. Cuando llegamos al Gobierno de la Junta de Andalucía nos encontramos una situación de parálisis y de falta de impulso político del PDR porque en 4 años sólo había ejecutado el 24% (576 de 2.445 millones).

En este sentido, en el periodo comprendido desde enero hasta el cierre del ejercicio de fondos agrarios 2019 (15 de octubre) se han abonado en la provincia de Málaga 20,47 millones de euros procedentes del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) que financia el PDR junto a las aportaciones nacional y autonómica, lo que equivale a un 94,71% de la suma de los tres ejercicios anteriores (2016 a 2018).

¿Qué supone el sector de la agricultura para Málaga?

La Producción de la Rama Agraria de Málaga en 2018 fue superior a los 1.000 millones de euros (el 80% es Producción Vegetal y el 17% es Producción Animal). Esto nos proporcionó un Valor Añadido Bruto y una Renta Agraria superiores a 700 millones de euros. Nuestra contribución a la economía agraria se mueve entre el 7% y el 8% de los totales regionales. En el contexto general de la economía, la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (sector primario) se mueven entre el 5% y el 6% del PIB regional, aunque se aproxima al 9-10% si se incluye la aportación de todo el complejo industrial agroalimentario.

Málaga es el principal exportador de los productos subtropicales, ¿qué previsiones hay de cara al futuro?

El segundo grupo de cultivos en importancia económica para la provincia de Málaga son los subtropicales, según la Memoria provincial 2018. Así, en el año 2018, se estimó una producción de aguacate de 45.624 toneladas que generaron un valor superior a los 117,25 millones de euros. El mango, empieza a escalar posiciones, con una producción estimada en 2018 de 31.500 toneladas que aportaron a los agricultores un valor de 39,38 millones de euros. En el periodo enero-noviembre de 2019, según el Instituto de comercio Exterior (ICEX ) se exportaron casi 93.000 toneladas de aguacates por un valor de 284,81 millones de euros en Andalucía. La evolución de las exportaciones es muy positiva porque en todo el año 2018 las exportaciones alcanzaron casi 73.500 toneladas y 228 millones de euros en la provincia de Málaga.

También tiene un peso importante dentro del olivar, ¿cómo se está viendo afectado por los aranceles?

La Consejería presentó el pasado mes de octubre un informe al Consejo de Gobierno en el que se cifraba en unos 315 millones de euros el impacto económico de los aranceles que ha implantado Estados Unidos sobre las exportaciones agroalimentarias andaluzas, tomando como referencia los datos de 2018. El mercado estadounidense representa cerca del 6,5% de las exportaciones totales de productos agroalimentarios andaluces. El valor de estas exportaciones rozó los 680 millones de euros en 2018, lo que sitúa a este país como el primer destino no comunitario y el sexto a nivel mundial en ventas al exterior de la comunidad autónoma.

Los principales productos agroalimentarios exportados al país norteamericano son el aceite de oliva, con 329 millones de euros (el 50% del total de exportaciones agroalimentarias a EEUU) y las aceitunas de mesa, con 142 millones de euros (21%).

¿Qué otros productos cree que se podrían potenciar en los próximos años?

El tercer sector en importancia para la provincia, tras olivar y subtropicales, y por el que debemos seguir apostando es el de los cítricos con 10.800 hectáreas (13% regional). En 2018 alcanzaron 49 millones de euros y casi 37.200 toneladas. En cuanto a producción y valor destacan el limón con casi 75.000 toneladas y 41,8 millones de euros, y la naranja con casi 97.000 toneladas y 29,2 millones de euros.