En el compromiso adquirido de su nuevo puesto ha estudiado el recorrido de la marca desde que se inició y ha decidido poner en marcha una segunda fase del sello que implica reestructurar las ferias provinciales, así como la creación de rutas gastronómicas singulares.

La pregunta es obligada, asumió su cargo en julio de 2019, tras 8 meses ¿qué balance realiza?

Muy bueno. La verdad es que la marca Sabor a Málaga está muy bien posicionada y cuenta con una proyección importante que sirve de paraguas al resto de empresas del sello. Se ha trabajado mucho el producto, aunque no tanto los canales de comercialización. Consideramos que para generar más venta y un turismo gastronómico hay que hacer mucho esfuerzo en este punto. Por ello queremos buscar el kilómetro cero para encontrar la identidad. Estamos trabajando para forjar alianzas con diferentes agentes del sector que consideramos clave como la Asociación Malagueña de Hosteleros (Mahos), la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), la Asociación de Chiringuitos, la Cámara de Comercio y La Carta Malacitana. Se está estudiando recoger todos los puntos en convenios con dichas entidades con la intención de crear compromisos y trabajar en la distribución para canalizar todos los proyectos, así como en la comercialización en grandes superficies y también en ferias profesionales. Por otro lado, también buscamos ayudar a las empresas en el área de formación para que sean más competitivas y puedan crear una mayor estructura empresarial. Al entrar vimos que los propios productores anhelaban todo esto.

¿Es por tanto una nueva fase de Sabor a Málaga?

Digamos que es la segunda fase de Sabor a Málaga.

La apuesta por Sabor a Málaga es fuerte, se ha aumentado la dotación presupuestaria. ¿Por dónde se perfilan los proyectos principales para este 2020?

Habrá un giro de la presencia del sello. El presupuesto es un acuerdo marco, un contrato del que se tira para montar las ferias. Hasta ahora Sabor a Málaga realizaba ferias itinerantes por las comarcas y eso les permitía a las empresas una venta directa. Sin embargo, hablando con ellos les interesa más Málaga capital y la costa oriental y occidental, por el turismo. De ahí que nos centremos en esos puntos y que el esfuerzo inversor que se hacía antes en las ferias comarcales nos los llevamos a grandes superficies con acciones y presentaciones en Makro, El Corte inglés o Carrefour con campañas específicas. Sin embargo, no vamos a olvidarnos del resto de la provincia. Para que no se queden los pueblos descolgados, teniendo en cuenta que la industria agroalimentaria es un motor económico fundamental que ayuda a paliar la despoblación, se va a trabajar para crear rutas gastronómicas para dar a conocer productos y municipios. Lo haremos a través del vino, del AOVE, etc.

Están explorando a través de diferentes productos países como Rusia, Alemania, China o Italia. ¿Lo hacen sólo desde el punto de vista del consumo del producto o se vende Sabor a Málaga como atractivo turístico gastronómico?

La intención es buscar sinergias, no podemos vender sólo gastronomía o sol y playa. Debemos hacerlo todo junto. Por eso debe ser un trabajo conjunto e intentar que todo forme parte de una amplia oferta turística.

¿Qué otros países son susceptibles de ser captados?

Tenemos la mirada puesta en Asia. En China, el cerdo se está vendiendo bien. Corea, como mercados emergente, los productores nos lo demandan y también Japón. Con los aranceles de EEUU hay que hacer un esfuerzo con la aceituna con misiones inversas, es decir, traernos potenciales clientes para que conozcan los productos con claridad y confianza. Nos interesa igualmente Centro Europa y los Países Nórdicos, a los que queremos ir con embajadores. Uno de ellos será el artista malagueño Andrés Mérida, que está muy cotizado. Cuenta con una exposición que gira en torno a productos de Málaga, por lo que Sabor a Málaga estará allí. Por supuesto, también queremos involucrar a nuestros chefs como embajadores.

De hecho, barajan la posibilidad de tener una red de restaurantes internacionales adheridos al sello. ¿Cómo desarrollarán este proyecto?

En principio estará abierto a las posibilidades que se generen. En la World Travel Market de Londres visitamos algunos establecimientos. Queremos, a través del cuerpo consular británico, que nos pongan en contacto con restaurantes de su país a los que les pueda interesar unirse al sello. Málaga está de moda e igual que comemos comida argentina o mexicana, ¿por qué no disfrutar de nuestro recetario malagueño en otras partes del mundo?

¿Algún proyecto específico para incentivar la adhesión en los restaurantes locales o nacionales?

Nuestra vocación es que los restaurantes malagueños se adhieran, por eso trabajamos para agilizar los trámites. Con Mahos estamos preparando un convenio para adherirse a través de la propia entidad, al mismo tiempo que trabajamos para que el reglamento se agilice. Una de las cuestiones que se pide es la escritura y a veces esto para una cadena hotelera es complicado al no estar centralizado. No queremos que la documentación sea un límite.

La Mesa de la Carne es un espaldarazo al sector tras la crisis alimentaria, pero ¿qué se espera de ella a efectos prácticos?

En principio tener un marco de diálogo, que no es poco, y ponernos a su disposición. Desde la alerta alimentaria adquirimos un compromiso con ellos y, gracias a eso, en Navidad se palió el efecto adverso. Queremos trazar una hoja de ruta.

Premio Marca del Año en la Gala Luxury Awards, el Festival de Publicidad de Lujo, Marcas Premium y Publicidad Elegante de Madrid. ¿El secreto del éxito?

El éxito se basa en varios factores: ser el primero es una ventaja; cómo se han involucrado los propios productores que vieron como agua de mayo un trabajo como este, fue energía positiva; el esfuerzo inversor con más 15 millones de euros en trabajo promocional... Goza de prestigio porque la administración pública ha trabajado junto a las empresas.

Actualmente Sabor a Málaga tiene más de 700 marcas y subiendo, sin embargo, también hay voces críticas que aseguran que la procedencia del producto no debería ser sólo un criterio para obtener el sello y que atrás quedan los parámetros de calidad. ¿Qué les diría?

La Diputación no es competente para dar un sello de calidad, sino para otorgar un sello de procedencia. Es cierto que hay distintas calidades. Recientemente se ha presentado el sello gastronómico «Málaga Cocina Calidad» promovido por Mahos donde esos productos se segmentan en función del público, ya sea gourmet o de consumo diario. Ya se trabaja para que todos los productos estén bien representados y que cada uno se sienta cómodo dentro de la misma familia.

Hablando de calidad y productos.... Le voy a pedir que se moje. ¿Qué es lo que nunca falta en su nevera?

Los tropicales. Me apasionan el mango y el aguacate. Y casi todas las noches ceno una cosa u otra.

Su recuerdo gastronómico de la niñez.

El pescaíto frito que hacía mi madre.

Para cerrar, ¿qué debe estar siempre en su punto?

Las relaciones entre las personas y la búsqueda de objetivos comunes.