En plena pandemia y tras recuperarse de la neumonía provocada por el coronavirus Juan Carlos Maldonado trabaja con su equipo para sacar medidas que den sustento a las empresas de Sabor a Málaga. Agricultores, ganaderos, productores, distribuidores y cocineros están bajo el paraguas del Plan Málaga de contingencia.

Imposible no preguntar cómo se encuentra usted y su familia. ¿Todo superado?

Afortunadamente casi estoy recuperado y mi familia está muy bien. Sigo pendiente de una prueba del neumólogo para ver cómo ha afectado la neumonía que me provocó la Covid-19. No llegué a entrar en la UCI, pero sí me produjo problemas respiratorios. Pero bien, mejor.

En el plano profesional, ¿cómo se plantea Sabor a Málaga esta nueva realidad?

Evidentemente esta nueva normalidad y su tránsito está generando incertidumbre en el mercado porque Sabor a Málaga buscaba la comercialización del producto, y aunque seguimos trabajando con la hostelería para construir un destino gastronómico de primera, obviamente la pandemia ha arrasado con el turismo, la hostelería y el sector hotelero, con lo que todo ha quedado dañado. Durante el confinamiento se ha lanzado una campaña buscando una salida con el servicio a domicilio y enfocada a la concienciación de los malagueños para que consuman local, no sólo por la gran calidad, sino también para apoyar la economía local y los puestos de trabajo que generan. Se ha tratatado de visibilizar el lado humano de las pymes, así como crear confianza al cliente mostrando las buenas condiciones en las que siguen trabajando nuestros productores y distribuidores.

Durante el confinamiento, tras su recuperación, ¿ha estado en contacto con las pymes adheridas al sello?

Sí. Tanto en el hospital como en el aislamiento posterior hemos trabajado todo mi equipo en las campañas que le he comentado y en sacar un boletín informativo destinado a productores y otras empresas para que sepan de las ayudas y oportunidades que pudieran surgir. Generando un feedback a través de correo electrónico para que ellos también pudieran contarnos sus necesidades. Así, hemos detectado que necesitan conocimientos de los protocolos de contingencia frente a la Covid-19, liquidez para seguir en marcha y para hacer frente al acopio de material de infraestructura frente a la enfermedad, al igual que dificultad con el entorno digital.

¿Cómo se encuentra el sector y qué actividades están siendo las más afectadas por esta pandemia?

Las que tenían un contacto más directo con la hostelería. Seguramente el vino, cuyo canal de venta más inmediato es el horeca. También el caprino, no sólo en la venta de queso, sino en los productos que genera, y el sector cárnico. En definitiva, los productos que basaban su comercialización en hoteles y restaurantes.

Antes de presentar el Plan Málaga celebró el II Foro Gastronómico Sabor a Málaga virtual ¿Qué entidades participaron?

Mahos (Asociación Malagueña de Hosteleros); Aehcos (Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol); el Colegio Oficial de Agentes Comerciales; Asociación de Distribuidoras de Alimentación; Asociación de Sumillers; La Carta Malacitana y la Academia Gastronómica de Málaga. La Asociación de Chiringuitos no pudo asistir por motivos médicos.

Entiendo que ahí recabaría las necesidades para el plan de contingencia. ¿Cuáles fueron?

Sí. El plan busca la reactivación económica de la provincia y antes de dotar presupuestariamente y distribuir el dinero necesitábamos escuchar a los representantes de los sectores para que el plan económico sirviese para afrontar las necesidades que tenían. Las líneas que ellos pusieron encima de la mesa fueron la liquidez para los autónomos para cubrir cuotas para un año; dotar de liquidez a las pymes para fomentar la contratación y promover la digitalización de estas empresas. Uno de sus hándicaps es que no están en condiciones de hacer comercialización online ni repartos a domicilio. Además, también se comentó la importancia de cumplir con los protocolos de seguridad e higiene; los avales; cubrir cuotas de formación a través de la Cámara de Comercio, entre otras. Y todo esto fue lo que se estudió para incluir en el plan.

En el Foro se apuntó la importancia de especializar profesionales de la comercialización y distribución en el producto Sabor a Málaga, ¿cómo exactamente?

Uno de los problemas que se encuentran los productores de Sabor a Málaga para entrar en el canal horeca de una cadena hotelera o gran superficie es que éstas están acostumbradas a tratar con un solo distribuidor o grandes marcas. Por eso estamos trabajando con un convenio con los agentes comerciales para que éstos lleven una cartera de productos de Sabor a Málaga y facilite la entrada a dichos canales. Esta iniciativa ya surgió en el primer foro y ahora se está impulsando con mayor celeridad para que genere oportunidades de mercado.

Ya hay un Plan Málaga con medidas específicas...

Le llamamos la ‘Triple C’: Captación directa de empresa y de recursos; capacitación, es decir, formación para la nueva realidad frente a la Covid-19 y la concienciación y comercialización. Desde el punto de vista económico, en este Plan Málaga hay destinados 20 millones de euros, de esos 17 son para la reactivación económica en forma de subvenciones a empresas para contratar y fomentar el empleo. Otras son ayudas directas al pago de las cuotas de autónomos y otras de emergencias que cubren, por un lado, los gastos acometidos durante el estado de alarma, por ejemplo el pago de alquiler de un local cuyo restaurante ha estado cerrado, y para los gastos que tengan que acometer para poner en marcha las medidas higiénica sanitarias frente al coronavirus. Las ayudas son transversales, pero van muy encaminadas a los sectores agroalimentario y hostelero.

¿Y cuáles son las medidas para que la empresa pueda dar el salto a la venta digital?

Con subvenciones específicas para modernizar equipos y dotarlos de lo necesario, como internet. Dentro del propio plan de contingencia habrá formación con la Cámara de Comercio y esto enlaza con el marketplace que impulsaremos. Es otra gran apuesta. La idea es crear una gran tienda virtual que dé soporte a todos los productores para que puedan vender a hoteles, distribuidores, restaurantes y al consumidor final. Serán más competitivos.

¿Para cuándo ese Marketplace?

Ya estamos con el expediente de contratación y esperamos hacerlo efectivo en dos meses. Con el estado de alarma todos los expedientes se quedan pendientes de aprobación. Hay muchos trámites administrativos que debemos seguir. Pero lo importante es que ya lo hemos dotado de presupuesto con 250.000 euros. El servicio a domicilio y la venta online deben aprovecharlos ahora. Y esto también les ayudaría a abrirse fuera de la provincia. Se trata de economía de escala, como las cooperativas que tienen como función ser más competitivas.

También anunció campañas para devolver la confianza del cliente en la hostelería. ¿En qué consiste?

Estas acciones están dentro del convenio con Mahos que busca, por un lado la concienciación del consumo de productos de proximidad como identidad gastronómica de excelencia con el sello ‘Málaga cocina calidad’ y por otro, trabajar para garantizar en los locales la distinción ‘Covid-19 free’.

Parte de la estrategia inicial suya eran las rutas gastronómicas. ¿En qué punto han quedado?

Seguimos trabajando en ellas. Es una oportunidad de venta y también para los pueblos de interior. Ahora apoyamos catas y encuentros virtuales gastronómicos, adaptando esta intención a la realidad actual. Queremos poner las bases para que, aunque sea virtualmente, las rutas se vayan conociendo.