Cerezas: El tesoro gastronómico de Alfarnate

Hace ya algo más de 20 años que Alfarnate se convirtió en productor de cerezas. Durante muchas décadas este pueblo de la alta Axarquía fue conocido por el cultivo de garbanzos, un producto que a día de hoy carece de importancia y que ha ido dejando todo el protagonismo agroalimentario de la zona a distintas variedades de cereza.

En este municipio, conocido como el Valle del Jerte de la Axarquía, se dan las variedades más tempranas, ya que el calor malagueño acorta la temporada en comparación con otras zonas de España. Aquí la variedad de cerezas más extendida es la ‘Burlat’, que prácticamente es imposible de conseguir en un vivero. También cultivan la ‘Prime Giant’, de buen calibre y sabor, y la ‘Starking’, que se da a mediados de junio, al igual que la ‘Bing’. Con estas dos últimas variedades son con las que prácticamente acaba la temporada de la cereza en Málaga.

José Bermúdez es agricultor. Él fue de los primeros en cultivar cerezas en Alfarnate. «Este año las cerezas vienen tardías por la lluvia y el frío de abril», comenta. Sin embargo, eso no quita para que la producción sea buena, siempre y cuando no llueva en los próximos días, pues la fruta ya contiene azúcar y el agua podría perjudicar la cosecha. «Un agricultor de cerezas siempre está mirando al cielo», asegura.

La cereza, solo en temporada

Los amantes de la cereza tienen que aprovechar esta fruta al máximo, ya que solo se encuentra en temporada, y esta es muy corta, con solo unos tres meses en el calendario. Si la climatología ayuda, la primera recolección de Málaga comienza en los últimos días de mayo y se alarga hasta los primeros de julio, si bien es cierto que los mercados alargan algo más la temporada con variedades más tardías de otras zonas de producción.

Hay quien dice que las cerezas con tan exquisitas como los besos. Y no es para menos. Además de sus innumerables nutrientes y los beneficios que tiene para la salud, tienen pocas calorías y muchos antioxidantes que ayudan a prevenir enfermedades. Esto le ha valido el sobrenombre de ‘superfruta’. También se la conoce como el ‘alimento del cerebro’ por sus propiedades para prevenir la pérdida de memoria.

Si hablamos de la parte gastronómica, son muy apreciadas, sobre todo, para la repostería y para hacer licores. Su frescura y notas florales la hacen una combinación perfecta para acompañar al pescado ahumado y, por supuesto, son estupendas para hacer helados y mermeladas. Su complejidad aromática hace que sea una fruta que combina muy bien con un buen queso de cabra o con especias como la vainilla y la canela.

Cerezas vs Picotas

Aunque a primera vista pueden parecer lo mismo, no lo son. Las picotas son cerezas, pero no todas las cerezas con picotas. ¿La diferencia? Está en la fecha de recolección. Las cerezas se dan antes porque son más tempranas y las picotas son más tardías, por lo que podemos comprarlas hasta el mes de agosto para alegría de los consumidores.

Si usted no quiere confundirse, tenga en cuenta algunas cuestiones: las cerezas tienen ‘rabito’ o pedúnculo y las picotas no, ya que este se queda unido al árbol durante la recolección. Además, las picotas tienen un tamaño mayor, son más crujientes y tienen un sabor más dulce que el de otras cerezas.

Día de la Cereza

Alfarnate puede presumir en Málaga de ser el productor e impulsor del cultivo de la cereza. Un cerezo necesita un mínimo de unas 700 horas de frío con temperaturas entre 1 y 7 ºC para dar buenos frutos, «aunque depende de la variedad de cereza», apunta Bermúdez. Que Alfarnate sea el municipio más alto de la provincia con sus casi 1.000 metros de altitud y que tenga temperaturas frías en los meses de invierno ha favorecido que el pueblo disponga de unas 50 hectáreas dedicadas a este cultivo y una producción anual que está en torno a los 60.000 kilos. Se trata de una industria creciente en la que trabajan alrededor de una treintena de familias, aunque esta no sea la principal dedicación por ser una fruta de temporada bastante corta. «El cerezo es un árbol muy rápido en todo: floración, maduración, recolección…».

Aquí el cultivo de esta fruta es tan importante que la cereza tiene su propia fiesta gastronómica. Este año será el 25 de junio y reunirá a agricultores, productores y una serie de actividades de ocio para dinamizar el pueblo. Los visitantes podrán comprar cerezas directamente a los productores y otros productos como cerezas en aguardiente. Y como el tiempo para disfrutarlas es corto, Juan Bermúdez nos da un consejo, «comprar las que queremos y congelarlas, ya que el fruto aguanta muy bien el frío», asegura.