Entrevista | Jesús María Claros Sumiller y formador de vinos de Málaga

"Si hablamos de vinos de Málaga, podemos decir que nuestra tierra e historia están en la copa"

Jesús María Claros es uno de los grandes defensores y prescriptores con los que cuentan los vinos elaborados en Málaga para darse a conocer al mundo

Este sumiller y formador de vinos de Málaga, Cava, Jerez-Xérès-Sherry, Sanlúcar de Barrameda y otras tantas denominaciones de origen es vicepresidente de la Asociación de Sumilleres

Este sumiller y formador de vinos de Málaga, Cava, Jerez-Xérès-Sherry, Sanlúcar de Barrameda y otras tantas denominaciones de origen es vicepresidente de la Asociación de Sumilleres / POR ARANTXA LÓPEZ

Arantxa López

Antes de dedicarse de lleno a lo que más le apasiona, Jesús María Claros trabajó 18 años como técnico en electrónica industrial, hasta que un día decidió cambiar su rumbo y se embarcó de lleno en lo que hoy es su trabajo, el mundo del vino, desde donde pone especial énfasis en los que están elaborados en Málaga. De hecho, él es uno de los grandes responsables de que a día de hoy podamos encontrar vinos de nuestra tierra en las cartas de cientos de restaurantes. Tanto es así, que en 2019 el Consejo Regulador de las DO Málaga, Sierras de Málaga y Pasas de Málaga lo distinguió con el Premio Puerta Nueva como uno de sus mejores embajadores, al igual que la marca promocional Sabor a Málaga, que también le concedió este reconocimiento.

En los 15 años que lleva con el ‘gusanillo’ dentro no ha parado de formarse, catar e investigar. Él mismo es quien selecciona cada uno de los vinos y bodegas que su empresa ofrece en el porfolio, buscando en ellos historias que contar, sentimientos, pasiones y, por supuesto singularidades que permitan a quienes los beben trasladarse por un momento a los lugares en los que están elaborados.

Este sumiller y formador de vinos de Málaga, Cava, Jerez-Xérès-Sherry, Sanlúcar de Barrameda y otras tantas denominaciones de origen, que actualmente es vicepresidente de la Asociación de Sumilleres, dedica la mayor parte de su tiempo al mundo del vino, y no solo porque realmente los ama, sino porque, además, trabaja en el sector de la distribución, donde forma a restaurantes y personal de sala para que puedan recomendarlos a sus clientes con el mayor conocimiento

«Del vino no se sabe, del vino se aprende», afirma este gran prescriptor de vinos malagueños, que asegura que «el vino es un ser vivo que cada día me da una alegría o conocimiento». Razón no le falta.

si hablamos de vinos de Málaga, podemos decir que nuestra tierra e historia están en la copa

«Del vino no se sabe, del vino se aprende», afirma este gran prescriptor de vinos malagueños / POR ARANTXA LÓPEZ

¿Cómo diría que debe ser el vino perfecto?

El que más te guste a ti. A veces pagamos mucho dinero por un vino, y podemos caer en eso por puro marketing. Un vino puede tener y representar un sentimiento, un recuerdo... Un año puede estar muy bueno y otro año no tanto. Así que el vino perfecto es el que te guste a ti. No debemos caer en el ‘marquismo’. El vino debería venderse sin etiqueta, solo con la información de la zona en la que se ha elaborado.

Actualmente se le da más importancia y valor que hace unos años a la formación del personal de sala en cuestión de vinos y los de Málaga empiezan a estar mejor posicionados. ¿Cómo ha visto esta evolución dentro del sector?

Primero, la sala tiene que tener muchísima importancia, con un personal formado. No puede ser que sepan sobre los platos y no sobre los vinos. Igual que se aprenden los platos, deben aprender sobre los vinos. Con el nivel de vinos que hay en Málaga, debemos saber sobre ellos. Hemos ido evolucionando hasta un punto en el que el vino está de moda y el personal quiere saber cada vez más, porque el cliente lo pide. En las escuelas de hostelería ya se da bastante formación sobre vinos, se sabe de temperaturas, de añadas… La formación ha evolucionado para atender bien al cliente. El restaurador es consciente de esto a día de hoy. Además, hay ferias de vinos, catas profesionales y asociaciones como la de sumilleres donde se puede adquirir formación. Igualmente, las cartas de vinos están más evolucionadas también y los vinos de Málaga tienen presencia gracias a la labor del Consejo Regulador y de la marca Sabor a Málaga, de las bodegas y de los profesionales que se han preocupado por que esto sea así. Hace 10 años no había tantos vinos de Málaga en las cartas de los restaurantes, pero gracias a la aparición de la D.O. Sierras de Málaga y al crecimiento de las bodegas de la subzona de Ronda este panorama ha cambiado.

¿Cuánto nos queda por caminar para que los vinos de Málaga sigan teniendo visibilidad?

Depende del consumidor final. Necesitamos divulgación, formación y consumo. Como dice Fernando Rueda, no se puede amar lo que no se conoce, ni defender lo que no se ama. Coincido plenamente con él, la frase es muy acertada, y en ese camino debemos trabajar todos los profesionales del sector.

¿Cómo ve el panorama actual de las bodegas de Málaga?

Lo veo bien, pero debería ir mejor. Están creciendo, se ven en cartas de restaurantes, en vinotecas, en actos de las administraciones, donde por fin tienen presencia. Aquí está siendo muy importante el papel de Sabor a Málaga con Leonor García-Agua a la cabeza, pero nos queda mucho todavía. El consumo debe ser mayor. Actualmente, en Málaga se consumen más de 40 millones de botellas al año y se producen solo tres. Con todo lo que consumimos de vino en la provincia de Málaga, debería faltarnos vino, pero eso aún está muy lejos de la realidad.

¿En qué momento diría que se encuentran nuestros vinos?

Se encuentran en un momento bueno, pero muy mejorable. Insisto en que la formación es fundamental. El enoturismo también es muy importante. El que visita una bodega ve lo que cuesta hacer un vino. Por ejemplo, quien visite la Axarquía, verá las pendientes, cómo se hace, el tamaño de las bodegas, su elaboración… podrá ver el valor del vino y lo consumirá. Darle valor a nuestros vinos es muy importante. Cuando estuve colaborando con Juan Muñoz en su bodega, venían sumilleres, enólogos, bodegueros y periodistas especializados que se sorprendían mucho y nos decían que no sabíamos lo que teníamos en la Axarquía. Muchas de las bodegas que tenemos en Málaga han sido promovidas por personas de fuera que han venido a la zona, se han enamorado de ella y de nuestros vinos y se han lanzado a desarrollar proyectos enológicos.

¿Qué futuro le augura a los vinos malagueños?

Sin duda, un futuro muy bueno. Cada vez se crece más en bodegas, en enoturismo… Cada vez viene más gente de fuera a elaborar sus vinos a Málaga. Estamos creciendo mucho. Además, Málaga lo tiene todo: buena gastronomía, buen clima, buen vino… Todo lo necesario para que el sector siga creciendo y se sigan conociendo y reconociendo los vinos de Málaga.

No puedo terminar sin preguntarle sobre el mito de rigor. ¿Blanco con pescado y tinto con carne?

Uno, aunque con matices. Es cierto que un blanco con un pescado o marisco marida muy bien, pero depende del tipo de blanco y del tipo de pescado o marisco. Un blanco con crianza se puede tomar con carne blanca. Todo esto depende de los gustos, y son mitos que se pueden cambiar. Para hacer buenos maridajes están los profesionales de sala, que te preguntarán qué vas a comer y te recomendarán el mejor vino para que todo maride a la perfección.