Puntual, Celia Villalobos aparece en la puerta exterior de su bloque minutos antes de las 8.45 horas. Ha elegido para la jornada de campaña electoral de hoy pantalón negro, jersey de hilo blanco y chaqueta de punto negra. Como adornos unos pendientes y un collar. También lleva un pañuelo en el cuello. «¡Hola!, ¿cómo estáis?», dice vivaz a su equipo de campaña. Hoy, además, la acompañará una redactora de La Opinión de Málaga a todos sus actos.

«Vamos con tiempo, ¿queréis ver mi casa? Os voy a enseñar una cosa», afirma dispuesta. Villalobos muestra las espectaculares vistas de su piso de Playamar (Torremolinos), el motivo por el que en campaña ha decidido «parar» en éste piso y no en el del Centro. «Aquí –señala una escalera que sube a otra planta– tengo que poner una barandilla para mis nietos».

La candidata del PP al Congreso de los Diputados menciona a sus nietos de forma constante y asegura orgullosa que son lo mejor de su vida. También habla de su hermana Natacha y muy frecuentemente de su marido. Los añora, admite.

La jornada prevista para la además exalcaldesa es intensa. Se ha levantado a las 6.50 horas y ha puesto la tele para ver las noticias y tener ya a primera hora de la mañana conocimiento de lo que ocurre en el mundo. Se ha duchado, se ha lavado la cabeza y se ha arreglado el pelo ella misma. Como mujer coqueta que es –aunque lo niegue– comenta que requiere de una urgente sesión de peluquería. «Pero no me dejan. Éstos me cierran unas agendas que es imposible», bromea. Aún no ha ingerido nada, ya que se dirige hacia un desayuno de trabajo con mujeres empresarias organizado por la asociación Amupema.

Villalobos se ha maquillado, pero suavemente. En el ascensor se cruza con una vecina y sus dos hijos. Conversa amablemente con la madre y con los pequeños. Saluda a otras dos vecinas más que se cruza en el camino hacia la puerta. «¡Vámos!», dice ilusionada y enérgica. En el coche le echa un vistazo a la prensa local e intercambia impresiones. Dice sin tapujos lo que le gusta y lo que no.

La primera parada es en el Hotel Málaga Palacio, donde ha de encontrarse con un grupo de mujeres empresarias. Puntual de nuevo, a las 09.15 horas llega a la cita. De hecho, una portavoz le traslada con cierto apuro que las empresarias creen que el desayuno es a las 9.30 horas. Villalobos sale airosa y mientras atiende a los medios de comunicación.

Pronto llegan las empresarias que le exponen sus temores. Villalobos les traslada las medidas que el PP pretende llevar a cabo en materia económica y de ayuda a las pymes si logran ganar las elecciones. Como primera premisa les indica que la prioridad para el PP es crear empleo y que la fórmula será ayudar e impulsar a las pequeñas y medianas empresas (pymes).

Una ley de estabilidad presupuestaria, que no paguen el IVA hasta haber cobrado por ese servicio, poder equilibrar lo que les debe la administración con lo que las empresas a su vez tengan que pagarle, un descenso del 20% del impuesto de sociedades o una línea de crédito ICO para las pymes, son algunas de las medidas citadas.

Las empresarias le cuentan sus casos y problemas particulares, le piden consejo y apoyo. Villalobos se muestra comprensiva, resolutiva, pero no hace concesiones gratuitas. Dice lo que piensa y si se expone algo que a priori el PP no contempla hacer lo aclara. Es hora de partir hacia la siguiente cita, pero la candidata apura los minutos con estas mujeres ante el interés suscitado.

Nuevas Tecnologías

De nuevo en marcha. Ahora el destino es el hotel NH. Villalobos llega en esta ocasión algo apurada. Tiene una entrevista con un medio de comunicación y, posteriormente, participa a las 11.00 horas en un acto de nuevas tecnologías. Villalobos admite en este marco sus limitaciones, dice no ser una experta en la materia pero que se está adentrando en las redes sociales y explica que el PP apoya de forma decidida la tecnología y la vanguardia.

De nuevo al coche. Celia se mueve en campaña en un turismo alquilado que conduce eficazmente Carlos. La exalcaldesa relata alguna que otra confidencia, gustos personales, detalles y anécdotas de su dilata trayectoria política y pasa de la profundidad al dolor de pies. «Mira, me compré unas botas de agua en el mercadillo y estuve todo el día con ellas puestas y por la noche era horroroso lo que me dolían los pies. Por favor», comenta. Ya no le volverá a ocurrir lo mismo y hoy va cómoda. Se ha calzado unas bailarinas.

Empresarios y mítines

12.00 horas. Confederación de Empresarios de Málaga (CEM). De nuevo la candidata expone a los miembros del comité ejecutivo de la CEM el programa económico del PP, con medidas tales como agilizar los trámites a la hora de poner en marcha una empresa. De igual manera acepta propuestas coincidentes que le trasladan los empresarios y se muestra contraria a otras de ellas, como la subida del IVA por la que aboga el presidente de la Cámara de Comercio, Jerónimo Pérez Casero. Pérez Casero justifica esta acción en que así se forzaría que el producto tuviera que salir, fomentando la internacionalización, pero Villalobos contesta que no es momento, que ahora hay que mirar y fortalecer lo de dentro.

Tras el denso encuentro se traslada al hotel Don Carlos de Marbella para participar en un almuerzo-mitin. La candidata finaliza la jornada en un nuevo mitin a las 20.00 horas en Benalmádena. Y hoy, vuelta a empezar.