Puede valer una frase pronunciada el viernes por el candidato del PP Pablo Montesinos, y que podría atribuirse a muchas otras impresiones o siglas distintas, para entender todo lo que queda detrás de la línea de meta que hoy plantea la hora de la verdad del 10-N: «Es verdad que la campaña electoral ha sido corta, pero también hemos tenido una precampaña que ya no ha sido tan corta y ha sido igual de intensa». Dicho esto, puede encontrarse alguna clave de por qué la campaña exprés pareció eterna o lanzar la pregunta de si la campaña de una semana duró realmente un mes, dado el peso de la precampaña. Un resumen de esta carrera da para muchas conclusiones o detalles como el que solo Unidas Podemos no atrajo la visita a la provincia de su candidato a presidente del Gobierno en las semanas previas a las Elecciones Generales.

Los discursos

Tras una precampaña que se inició con el cuerpo a cuerpo entre partidos de bloques ideológicos que comparten electorado -los ataques entre Unidas Podemos y PSOE fueron especialmente sonados- los discursos han ido variando de forma considerable.

Al igual que se apreciaron apuntes inevitables sobre la exhumación de Franco o el problema catalán, la izquierda empezó a avisar con cierta timidez, que fue increscendo, sobre el peligro de las tres derechas. Y el modelo del Gobierno del cambio andaluz ha sido usado a conveniencia en función de las siglas hasta el punto que PP y Ciudadanos se han mirado a ese espejo, y Vox ha citado sus aportaciones en la Junta cuando lo ha estimado necesario. Y el PSOE o Unidas Podemos lo han criticado recortes sanitarios mediante.

Luego, el temor al crecimiento de Vox, el todos contra Pedro Sánchez o diferentes acepciones del voto útil (o inútil) se han ido instalando como tendencias palpables en una recta final en la que las reacciones al debate entre los cinco candidatos a la presidencia del Gobierno fueron las previsibles en cada bando. Igual fue sucediendo con las encuestas, que cada partido ha hecho suyas en función de lo bien o mal parado que salía. De hecho, el crecimiento a nivel nacional de PP y Vox o la debacle de Ciudadanos se asomaron recientemente a los sondeos relacionados con la provincia, pues ya no calcaban el resultado del 28-A -PSOE 4, Ciudadanos 2, PP 2,Unidas Podemos 2, Vox 1- como había hecho el barómetro de octubre del CIS.

En el panorama malagueño, tampoco ha sido un secreto la guerra global entre Unidas Podemos y Más País-Equo, ya que desde la confluencia de Podemos e IU se ha recordado la posibilidad de que los votos que le reste el partido de Errejón sirvan para entrerle su segundo escaño a Vox o a PP.

Asimismo, el brote verde de ecologismo con el cambio climático de fondo o las políticas de empleo a cada golpe de EPA (Encuesta de Población Activa) han estado omnipresentes en las intervenciones.

Las cifras y las siglas

Casi 1,2 millones de electores malagueños han sido convocados para ejercer el derecho al voto en estos nuevos comicios. En concreto, son 1.197.687. Y, de todos ellos, 8.431 tienen la ocasión de hacerlo por primera vez.

Tras llegar a cada uno de los 615 colegios electorales de la provincia, podrán depositarle su confianza a la opción quer elijan entre 13 candidaturas para el Congreso de los Diputados y 11 para el Senado. Al acudir a votar, los votantes malagueños eligen a 11 diputados nacionales y a 4 senadores.

Hay dos aspirantes más en liza que en los comicios del 28 de abril para la Cámara Baja: el nuevo partido de Iñigo Errejón Más País-Equo y el Partido Comunista Obrero Español (PCOE).

De los 13 partidos, nueve tienen a hombres como cabezas de lista: Guillermo Díaz (Cs), Ignacio López (PSOE), Marco Osorio (PUM+J), Pablo Montesinos (PP), Antonio Jiménez (PCPE), Juan Manuel Fernández (PCPA), Justo Aliseda (AxSI), Alberto Garzón (Unidas Podemos) y José María Guerrero (PCOE). En cambio, en cuatro de las formaciones las número uno de la candidatura son mujeres: Eva Ramos (Pacma), Patricia Rueda (Vox), María Hita (Recortes Cero) y Carmen Lizárraga (Más País).

Y si atendemos a la otra cámara de las Cortes, el Senado, el número de candidaturas se reduce en dos y son en total once las fuerzas que concurren: PSOE, Cs, Pacma, PCPA, AxSí, Vox, Por un mundo más justo, Unidas Podemos, PP, Recortes Cero-Grupo Verde y Más País-Equo.

Asimismo,velarán por la normalidad 3.447 efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de los que 1.707 son agentes del Cuerpo Nacional de Policía, 1.506 de la Guardia Civil y 234 policías locales.

Más allá de su sobredosis de aritmética, este baño de números encierra la realidad que atraviesa una jornada electoral para la que la suerte quedó echada tras el cierre de campaña del viernes.