Los centros de votación de la República de Irlanda abrieron este viernes para que los electores participen en los comicios europeos y locales, así como en un referéndum convocado por el Gobierno de Dublín para suavizar la actual ley del divorcio.

Los colegios irlandeses permanecerán abiertos desde las 06.00 horas GMT hasta las 21.00 GMT y los resultados de los comicios locales y del plebiscito podrían conocerse el próximo sábado por la tarde, mientras que el de las elecciones europeas no se divulgarán hasta el domingo por la noche, una vez se haya votado en el resto de los países del bloque comunitario.

Algo más de tres millones de personas están llamadas a las urnas en Irlanda, donde la campaña de las elecciones al Parlamento de Estrasburgo ha estado marcada por el espíritu europeísta de los partidos nacionales, en respuesta a la salida del vecino Reino Unido de la Unión Europea (UE).

Como consecuencia del "brexit", Irlanda tendrá 13 escaños en la próxima Eurocámara, dos más que hasta ahora, si bien los nuevos diputados no podrán ocupar sus asientos hasta que Londres y Bruselas concluyan su divorcio, previsto para el 31 de octubre.

Respecto a los comicios locales, el electorado irlandés elegirá a los 949 miembros que componen los 31 consejos municipales de este país, divididos, a su vez, en 166 áreas electorales.

Las últimas encuestas indican que el gobernante partido Fine Gael del primer ministro, el democristiano Leo Varadkar, tiene un apoyo general para ambas elecciones de en torno al 28 %, mientras que el del principal de la oposición, el centrista Fianna Fáil, se sitúa en el 25 %, si bien otros sondeos apuntan a un empate entre ambos.

Les siguen el nacionalista de izquierdas Sinn Féin -antiguo brazo político del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA)- con un apoyo que oscila entre el 13 y el 19 %, y el Partido Verde, que recibiría entre el 5 y 7 % de votos, después una campaña en la que también ha sobresalido la cuestión del cambio climático.

El reparto final de escaños en las administraciones locales y en Estrasburgo dependerá en gran medida de la transferencia de votos entre candidatos, tal y como permite el complejo sistema electoral irlandés.

En las elecciones europeas de 2014, el Fine Gael obtuvo cuatro parlamentarios, tres el Sinn Féin y uno el Fianna Fáil, mientras que los tres últimos se los repartieron políticos independientes, un nicho que aspiran a ocupar ahora los ecologistas.

Aunque no hay sondeos sobre el referéndum del divorcio, todo apunta a que la propuesta del Gobierno será aprobada por la mayoría del electorado.

El Ejecutivo ha convocado esta consulta para abordar una reforma de la actual legislación, en vigor desde hace 24 años, que dispone que la terminación oficial de un matrimonio solo se concede cuando los cónyuges han vivido por separado durante cuatro de los cinco años previos.

De momento, aquellos que quieren divorciarse deben solicitar primero un permiso legal y, después, regresar a un juzgado para demostrar que han vivido separados por el periodo de tiempo establecido.

En caso de victoria del "sí", el Gobierno podría reducir a dos años esa fase de espera.