­­Hubo un momento, en el que parecía que todo el mundo había interiorizado su mensaje. El proyecto político nació en enero de 2014. Un año después, ya era la primera fuerza en intención de voto. «Dejamos de ser los cinco eurodiputados», recuerda Montero. De Gramsci aprendieron en Podemos que la lucha política no se libra por dinero, sino para aspirar a una nueva forma de vida. Para Montero esta pasa, sin atajo posible, por «dignificar el trabajo». Después de un 2015 de bombardeo mediático, con sus pros y sus contras, Podemos llega al 20-D en cliché de remontada.

¿Habrá remontada?

Hay remontada. Las encuestas no están reflejando adecuadamente la expectativa de voto de Podemos. Es muy difícil traducir la intención de voto en un voto directo, sin que haya un registro previo porque no te has presentado antes a unas elecciones. Creemos que las encuestas están siendo utilizadas como mecanismo para condicionar la opinión pública y no para pulsarla.

¿El simple hecho de hablar de remontada implica admitir que Podemos se ha desinflado?

Es normal. Sería absurdo no admitirlo. Yo creo que ha habido impactos fuertes del poder establecido, desde el momento en el que nos han visto con posibilidades reales de gobernar. Dejamos de ser los cinco eurodiputados, a pasar a ser una fuerza que aspira a gobernar este país. Entonces, es lógico que se haya producido una reacción por parte de los poderes fácticos y de los partidos establecidos que, lógicamente, nos ha hecho replegarnos. Ha habido un claro intento de situarnos en un marco que no es el nuestro. Nos han tildado desde radicales chavistas bolivarianos, hasta todo lo que uno se pueda imaginar.

Han pasado de primera a cuarta fuerza en intención de voto. ¿Qué ha pasado?

No ha pasado nada. Teníamos muy claro que queríamos romper el bipartidismo y eso ya lo hemos logrado. Nadie podrá negarlo en este país. Nuestro siguiente objetivo era aspirar a ser fuerza de gobierno. Eso nunca se ha puesto en tela de juicio. Simplemente, ha habido momentos en los que nos hemos visto más a la defensiva y ahora hemos vuelto a la ofensiva. Nacimos para este momento.

¿Podemos es un partido para quedarse o una herramienta con fecha de caducidad?

En absoluto. Tiene fecha de caducidad el proyecto que se planteó en Vistalegre, donde condicionábamos todo a un año en el que nos presentábamos a las elecciones en las comunidades autónomas y a las elecciones generales. Nos construimos como una maquinaria electoral. Ahora, una vez que pase el día 20, en función de los resultados, Podemos transitará hacia otra dinámica.

La consideración de ganar las elecciones, por mucho que Podemos haya nacido para este momento, parece utópica. ¿Qué sería un buen resultado?

Ganar es muy complicado. Sería absurdo negarlo. Un buen resultado sería quedar segunda fuerza política.

¿Juan Carlos Monedero dimitió por un giro en la forma de actuar de su partido?

No tiene nada que ver con algún giro. Él es alguien que se encuentra más libre como intelectual apoyando desde fuera, que dentro de la misma estructura del partido. Es una persona tremendamente trabajadora, pero, en algún momento, sintió que el partido le impedía ser todo lo libre para hablar y desarrollarse en los mismos términos en los que lo venía haciendo hasta entonces. A nosotros nos pareció estupendo.

¿Podemos se ha derechizado?

En absoluto. Podemos se ha mantenido fiel a su filosofía desde el primer momento.

¿Se puede entender la política sin ideología?

No. Rotundamente no.

Podemos ha acuñado el concepto de los arriba contra los de abajo. Pero los españoles están acostumbrados a navegar entre los espectros ideológicos de la izquierda y de la derecha.

Es un cambio en la metáfora con la que representas a la ideología. Pero sigue siendo una visión cargada de ideología.

Entonces, ¿Podemos no es un partido de izquierdas?

Nuestra hipótesis política elimina ese concepto de representación metafórica. Por lo tanto, prefiero no situarme en esos términos. Hay una oligarquía que controla los resortes del poder económico y financiero, y que están utilizando la política para su propio beneficio. En contra de los derechos de los ciudadanos.

¿Qué opinión le merece el secretario general de Podemos en Málaga, José Vargas?

No tengo una opinión formada porque no lo conozco. Apenas hemos tenido una relación.

¿Qué significa para usted el término de soberanía nacional?

Para mí, soberanía nacional es un Estado en el cual los ciudadanos tienen capacidad para decidir sobre su futuro. En todos los ámbitos que les afecta.

Eso implica, entre otras, la celebración de un referéndum en Cataluña. ¿No se corre el riesgo de abrir una veda peligrosa?

Nosotros somos profundamente democráticos y creemos en la democracia. No tiene sentido ninguno que, en una situación en la que hay un problema político, no se recurra a la democracia para poder solucionarlo. Visto que todo ha fallado, confirmado que un conflicto político no se puede resolver con instrumentos jurídicos, y visto que estamos en una situación de confrontación irresoluble por lo que están planteando ambas partes, apelamos a la ciudadanía. En este caso, que los catalanes puedan decidir si quieren seguir en el Estado español o no.

¿No cree que su postura en el tema de Cataluña le puede restar votos en el resto de España?

Es posible. Pero se trata de anteponer la democracia a cualquier otro valor, en este caso, electoral. Una solución democrática que pasa por consultarle al pueblo cuál cree que debe de ser su futuro, no debería de chocarle a nadie.

¿Cree que hay ámbitos que están por encima de la legalidad, como defiende el propio Artur Mas? Aspiraciones políticas basadas en el supuesto sentimiento de un pueblo.

Creo en la legalidad. Por eso, uno de los puntos que planteamos en nuestra reforma de la Constitución es ese. Que permita preguntar por la articulación del Estado a través de la consulta democrática. En el tema de Cataluña, hay un trasfondo fundamental y son los puntos de coincidencia entre Artur Mas y Mariano Rajoy. Ambos han realizado políticas de ajuste sociales dramáticas y los dos están utilizando los sentimientos para hacer política, para no hablar de esos ajustes.

Los de abajo han acudido históricamente y de forma mayoritaria al PSOE.

El PSOE ha dejado de encarnar los valores que los socialistas tradicionalmente encarnaban en su ADN. Insisto, el proyecto político del PSOE. No sus militantes.

¿Abrir fuego contra Pedro Sánchez

Creo que se trata de ataques mutuos. Hemos entrado en una situación en la que Pedro Sánchez está muy nervioso y ha empezado a atacar de una forma virulenta. Nosotros simplemente estamos respondiendo. Yo creo que el votante tradicional del PSOE encuentra en Podemos el sentido de su voto. También, el sentido de la democracia y la defensa de los derechos sociales. Apelamos al votante del PSOE porque creemos que es un votante natural de Podemos.

¿Por qué no ha podido llegar a un acuerdo con Alberto Garzón

Alberto Garzón hubiera enriquecido muchísimo las listas de Podemos. Pero Alberto Garzón, parte de Izquierda Unida no.

A pesar de todo, ¿cree que Podemos podría pactar con el PSOE después del 20 de diciembre?

Solo pactaremos con el PSOE si estamos por encima de ellos.

¿Aunque ello implique un nuevo gobierno de Mariano Rajoy? ¿No es posible llegar a un acuerdo programático con el PSOE para investir a Pedro Sánchez como presidente?

No lo sé. Se discutirá en su momento y en función de los resultados.

Usted es economista. ¿Por qué muchos ciudadanos no perciben aún el crecimiento de la economía española?

No se puede negar un crecimiento de las variedades macro y del empleo. Pero el problema esencial es cómo se distribuye ese crecimiento. El actual crecimiento depende del actual mercado de trabajo y de cuáles son sus condiciones. Si tu tienes un mercado de trabajo precarizado, con alta rotación y con un gran número de excluidos, el problema es que los resultados de la recuperación económica se traducen un crecimiento de empleo que no genera condiciones de vidas dignas para los ciudadanos. Lo que vemos es que el crecimiento se está acompañando de una reforma en el mercado de trabajo y eso es lo que condiciona que, por abajo, no se esté notando esa recuperación.

¿Hay que derogar la reforma laboral?

La del PP y la del PSOE. Las dos. ¿Podemos ha moderado su discurso a lo largo de este año?

Lo que hemos hecho es concebir el programa electoral como un contrato con los ciudadanos. Eso significa que nos hemos centrado en lo que se puede conseguir a lo largo de una legislatura.