Lo importante ya no es si usted esté dispuesto a dejarse agasajar a cambio de un voto o no. El verdadero interés radica en saber si no corremos el riesgo de que la contienda electoral devenga en un problema crónico. Al menos, en esta ocasión, la formación de un Gobierno está asegurada. Lo confirman con sorpresiva rotundidad los cabezas de lista de las candidaturas provinciales cuando se les consulta por este asunto. Independientemente de lo que ocurra en las urnas, señalan que los diferentes actores se han marcado un margen de no más de dos semanas para la formación de un Ejecutivo.

Eso no impidió que arrancara la nueva campaña electoral el pasado viernes con los resultados del CIS planeando sobre los partidos. De cara al público, todos intentan restarle importancia tirando de argumentario. «Sólo es una foto fija del momento» o «la única encuesta que vale es la del día de las elecciones» son los grandes clásicos. Pero en han caído como una auténtica bomba. La alianza de Izquierda Unida y Podemos se consolida al mismo tiempo que va creciendo la preocupación en el PSOE. Por primera vez, el sorpasso numérico ha tomado forma. El sondeo más fiable del país, después de pulsar a unos 35.000 ciudadanos, coloca a Unidos Podemos por encima del PSOE y también deja claro que la izquierda suma más que la derecha. En el PP de Málaga no se lo acaban de creer y avisan de que todo puede formar parte de una estrategia para movilizar al votante socialista en letargo. Que viene el lobo de la izquierda radical como especie de revulsivo para el votante socialista que se lo está pensando. La encuesta reitera en todo caso que vienen curvas pronunciadas para los socialistas. Confirman voces dentro del partido que se abriría un negro precipicio si las urnas colocan al PSOE por debajo del umbral de los 90 diputados.

Aunque nadie se atreve a adelantarlo cuando se aborda el asunto, hay silencios que son lo suficientemente reveladores. Pedro Sánchez tendrá que irse a casa y se abriría una crisis profunda. Si la suma de PSOE + Unidos Podemos se sitúa claramente por delante de la suma PP + Ciudadanos, los socialistas lo tendrían muy complicado para darle la espalda a Pablo Iglesias y permitir un Gobierno del PP, que es lo que se le demandaría desde Europa.

Mantener resultados. En el PP de Málaga aseguran que la publicación del CIS no da para esperar cambios en la estrategia de campaña. A pesar de la creciente polarización entre el PP e Unidos Podemos, los populares no están incrementando su capacidad de atraer a votantes y por eso quieren aprovechar estas dos semanas para apelar sobre todo al electorado cabreado que se le fue a Ciudadanos. Confirman en el PP que el pasado 20D la formación naranja logró crecer a costa de su propio electorado y, sobre todo, en núcleos concretos de la Costa que reúne a las ciudades tradicionalmente más leales al PP. Por más que el PSOE se hunda asumen que no es algo que necesariamente les conviene si a cambio significa un crecimiento de Unidos Podemos. «Al PSOE siempre se le da menos en las encuestas de lo que luego sacan realmente en las urnas», manifiesta un alto cargo dentro del PP.

Después de constatar que el discurso del miedo cuaja menos de lo esperado, los esfuerzos estarán centrados en hacerle honor al lema de campaña: «Mensajes a favor, y no en contra de nadie». Señalan que en estas dos semanas van a huir de cualquier tipo de bronca. Dentro de los cálculos que baraja el PP para la provincia, está previsto también que suba la abstención en un cinco por ciento. Confían en que esto pueda ser otro factor que les beneficie. Consideran que cuentan con el electorado más difícil e inamovible a la hora de saltarse una cita con las urnas. Un cóctel de circunstancias que, aseguran, les hace ser positivos para lograr su objetivo de revalidar el reparto de 4 diputados y 3 senadores que se logró el pasado 20D.

Preocupación camuflada. Si el miedo, en determinadas circunstancias, puede ser el primer motor del hombre hacia el cambio, en el PSOE servirá para volcarse aún más en la movilización de su electorado y para redoblar activos en campaña. Aunque avisan de que «algunos corren el peligro de emborracharse con tanta encuesta», el sondeo del CIS deja en una situación crítica al partido. A todas luces el intento de Sánchez para formar un Ejecutivo implicando a partidos tan opuestos como Ciudadanos y Podemos no le ha servido para que los españoles, como esperaban, le reconozcan el esfuerzo. Para colmo, Mariano Rajoy le ha negado la oportunidad más clara para recuperar terreno y recobrar ese aire presidencial que le acompañó durante un corto espacio de tiempo. Lo podía haber hecho en un debate cara a cara con el actual presidente en funciones, pero que éste le ha negado alegando que ya no ve claro que él sea su alternativa. Dentro de la tormenta, el hipotético reparto de votos en Málaga ha servido como bomba de oxígeno para que no decaiga la moral. La provincia, con cuatro diputados, le brindaría los mejores resultados junto a Sevilla. En el seno del partido insisten en que «está todo abierto». Según los cálculos que se barajan, hay un 35 por ciento de potenciales votantes socialistas que ahora mismo están ante la duda de irse a Unidos Podemos o quedarse en el PSOE.

C’s se difumina. Málaga ha sido durante este corto espacio de vida de Ciudadanos una de las grandes bolsas de votos para la formación naranja y ahora todo apunta a que pueda perder su segundo diputado y muchas voces dentro del partido que ya lo dan por hecho. La coalición Unidos Podemos tiene un efecto negativo para todos los partidos porque ahora pone más caro el último diputado. Será difícil que se repita la misma matriz simétrica de las pasadas elecciones. Esto, sumado al incremento de las tensiones internas entre los militantes, provocada, según afirman, por la inclusión de Guillermo Díaz en la lista al Congreso y que se habría saltado todos los procedimientos democráticos internos. La clave para que C’s aguante su segundo diputado es que el PP no le doble en votos. No es algo descabellado, como parece que será relativamente sencillo que el PP suba del 30 por ciento si consigue activar el voto útil. Así, según confirman fuentes cercanas al partido, la clave para C’s está en no bajar del 15 por ciento. Aunque en un principio estaba descartado, el temor por perder fuerza en Málaga ha reactivado con fuerza la posibilidad de que Albert Rivera celebre un acto en la capital. El líder al rescate.

Debates inútiles

El contraste entre la rentabilidad y el desgaste que producen es mayúscula. Los cuatro cabezas de lista de la provincia que encabezan a sus partidos en la carrera del 26J confirmaron esta semana lo que ya todos sospechamos. En un desayuno organizado por La Opinión, todos coincidieron en que los debates no modulan nada. «Los debates a cuatro no mueven la intención de voto un ápice», lamentaron tener que rivalizar de nuevo en espacios de poca enjundia.