Economista de prestigio y catedrático en la London School of Economics, Luis Garicano saltó hace año y medio al ruedo de la política incorporándose a Ciudadanos, donde es el responsable del área económica. Garicano estuvo ayer en Málaga para participar en un encuentro con la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE), presidida por Enrique de Hoyos. Antes, charló con La Opinión de Málaga sobre el programa electoral de su formación y alguna cuestión de máxima actualidad, como el riesgo de «brexit» en el referéndum británico del jueves.

El empleo sigue siendo la principal preocupación ciudadana. El paro sigue en tasas altísimas y los contratos están marcados por la precariedad ¿Qué cambios ven necesarios en el ámbito laboral?

No queremos una vuelta de tuerca a la reforma laboral, buscamos un marco de relaciones laborales nuevo que acabe con la precariedad tan extrema. Los trabajadores van dando tumbos de empleo en empleo, sin continuidad. Hay que sustituir la actual contratación por una sin fecha de caducidad, con un contrato indefinido desde el principio, para que el trabajador sepa que puede empezar una carrera sin estar preocupado de qué va a hacer en seis meses. Para quien no llegue ni al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hablamos de crear un complemento salarial. Eso, unido a un plan contra la pobreza infantil, hará que, por ejemplo, quien cobre ese salario mínimo y tenga dos hijos pueda cobrar entre ambos conceptos unos 500 euros más.

Y con respecto a la reforma laboral, ¿ven algo positivo?

No se trata de hacer tabla rasa. Ha habido cosas buenas en la reforma pero hay algo importante que ha sido malo. La flexibilidad de la que se ha dotado a las empresas es excesivamente unilateral. Es bueno que las empresas puedan adaptarse a los cambios pero tampoco se puede hacer todo sin pactar. Nosotros buscamos un equilibrio para que esa flexibilidad sea más pactada.

¿Qué opina de propuestas como la renta básica que recogen algunos partidos y que también han pedido los sindicatos?

Creo que la renta básica España no se la puede permitir. Hay limitaciones en la economía que se deben reconocer. El mejor programa social es aquel que te puedes pagar. Programas sociales locos que al final llevan al país a la bancarrota no te llevan a ninguna parte.

¿Qué medidas proponen para autónomos y pymes?

Eliminar la cuota de autónomos cuando se ingresa por debajo del SMI. En cuanto a las pymes, uno de los grandes problemas es la dificultad de acceso a la tecnología, por eso hemos propuesto una red de transferencia tecnológica que servirá de conexión entre universidad y empresa. Además, queremos reducir la carga administrativa que soportan las empresas.

Inciden ustedes mucho en la necesidad de reformar y adelgazar la Administración

Es una reforma absolutamente pendiente. Nos gusta hablar de una «burbuja política». Con el boom económico, las administraciones crecieron mucho porque había mucho dinero. Luego llegó la crisis y pinchó la burbuja inmobiliaria pero las administraciones no han adelgazado. Han sido muy eficaces en llevar a los ciudadanos a apretarse el cinturón, pero no a apretárselo ellas mismas.

Abogan por suprimir, entre otros organismos, las diputaciones.

Correcto. Todos esos recursos deberían ir directamente a los pueblos y no estar «comidos» por una estructura obsoleta del siglo XIX que no tiene sentido en el mundo de las autonomías. En una provincia hay un delegado de Gobierno, otro de la Junta y luego una Diputación, haciendo muchas veces lo mismo. Es absurdo.

¿Se ahorraría mucho?

Sólo en cargos políticos estimamos que 1.000 millones de euros en toda España, pero no sólo eso, sino también en todo el entramado de subsidios y corrupción que se monta desde las diputaciones. No hay control político y suelen ser fuentes muy grandes de corrupción. Ha habido mucha. En Toledo, Valencia, Castellón, Alicante, Sevilla, León, Ourense o Lugo.

¿Qué hay que hacer con la educación?

Es un gran fracaso de nuestra democracia. Tenemos el fracaso escolar más alto de Europa y la tercera tasa más alta de repetición. Nos hemos enfrascado siempre en temas muy polémicos (Ciudadanía, religión...) y al final no hay acuerdos de consenso. Hace falta un pacto nacional. Es el momento de ponerse de acuerdo. Sin duda, hay dos cosas en las que estamos por detrás de Europa: en la corrupción (tenemos mucha más) y en la educación. En lo demás, España sale adelante, es moderna y avanza.

¿Qué opina de la amnistía fiscal impulsada por el PP?

Aceptamos que ya la ha habido pero queremos que, por lo menos, se cumpla la Ley que hizo el PP. Los defraudadores tienen que pagar el 10% y sólo se les ha cobrado el 3% porque se hizo una orden interna. Pedimos que se les cobre el 7% restante, lo que significaría 2.800 millones de euros más de lo que han pagado.

¿Qué proponen en materia de impuestos?

Dejamos estable el IVA y Sociedades. Proponemos bajar tres puntos el IRPF cuando cumplamos los objetivos con Bruselas. El Gobierno ha prometido bajarlo ya pero es una promesa ficticia porque a Bruselas le está prometiendo al mismo tiempo lo contrario.

¿Qué piensa acerca de la posibilidad del «brexit»?, ¿qué consecuencias habría para España?

Me parece extremadamente preocupante porque en Gran Bretaña quienes quieren salirse dicen que van a tener todo lo bueno de la UE sin las cosas que no les gustan (la libertad de circulación de personas, la normativa común y la contribución a los presupuestos comunitarios). Eso no se puede conseguir. Habría una negociación muy complicada y las cosas podrían saltar en pedazos. Para España sería un shock económico muy negativo, con muchos problemas en los mercados. Podría ponerse en duda desde el punto de vista de los inversores la estabilidad de Europa. Pero yo creo que a los británicos les podrá al final la cabeza al corazón y votarán por quedarse.

Tras las elecciones, ¿mirarán más al PP o al PSOE?

Tenemos un programa que está muy claro y que pasa por cuatro elementos: preservar la unidad de España, que haya un Gobierno y una administración honesta y transparente, lograr una mayor inversión en educación y reconstruir la clase media trabajadora con una mayor estabilidad laboral y una situación económica mejor. Esas ideas las vamos a sacar adelante con una coalición o con otra. En el fondo, no es nuestro problema. Cuando lleguemos a un acuerdo esas ideas tendrán que estar ahí. El tema no es tanto «con quién» sino «para qué».

¿Pero hay una «línea roja» con la persona de Rajoy?

Lo que hemos dicho siempre es que nos es difícil imaginar un gobierno reformista y regeneracionista presidido por Rajoy. Es la verdad, pero en general hablaremos con todo el mundo, por supuesto.