Fue un debut sonado. Sin apenas tiempo de reacción tras el divorcio autonómico en Andalucía, Ciudadanos se estrenó de manera fulgurante en las pasadas elecciones del 22 de marzo. La formación de Albert Rivera logró colocar a nueve diputados en el Parlamento y ahora pretende prolongar su estado de gracia en los comicios municipales del 24 de mayo. El momento nunca pudo ser más favorable. Con el viento a favor de las encuestas y con los analistas políticos situando a Ciudadanos ya como la tercera fuerza política a nivel nacional, el partido, liderado en la provincia por el candidato a la alcaldía de Málaga, Juan Cassá, se presenta en un total de 16 localidades para culminar su ofensiva municipalista. Pero, al mismo tiempo que ha aumentado la proyección de Ciudadanos, acompañada por una avalancha de nuevos militantes, también lo ha hecho el descontento. Son muchas las voces críticas entra la militancia base que denuncian supuestas irregularidades en la confección de las candidaturas municipales.

Una mirada a la denominada Plataforma por las Garantías Ciudadanas, que tiene presencia en las redes sociales, revela que no quedan apenas puntos en España donde no se hayan alzado reproches contra el actual proceder del partido. También es el caso de la provincia de Málaga, donde numerosos militantes -algunos de ellos ya suspendidos de militancia- se darán cita esta tarde en la sede del Partido Andalucista para poner de manifiesto su descontento. A este encuentro también asistirá la presidenta de la mencionada plataforma que aglutina el descontento de los de naranja, Inmaculada Sánchez. "En Ciudadanos todo es aparencia, pero a la hora de la verdad, el funcionamiento está basado en los acuerdos de despacho y en la voluntad de Juan Cassá, que ha configurado las listas municipales quitando a todas las voces críticas y colocando a dedo a aquellas personas que le han asegurado su apoyo personal", señala Sánchez en relación a la gestación de unas listas municipales que se podrían haber saltado procesos democráticos imprescindibles para una militancia base que empieza a darle las espaldas al proyecto.

Un ejemplo podría ser el caso de Torremolinos, donde Rafael Valle, elegido en escrupulosas primarias, se ha visto relegado por Ángeles Vergara, que ahora lidera una lista integrada por personas que, como denuncia Sánchez, "no son ni de Torremolinos". Es el caso de la propia Vergara, que reside en Málaga y ya ha ocupado, con anterioridad, la función de coordinadora en la agrupación de Málaga capital, antes de que tuviera que dejar el cargo por una moción de censura.

El descontento se extiende también a otros núcleos de indudable peso en la provincia, como pueden ser Antequera, Estepona y Marbella. En vista de los resultados autonómicos, unas agrupaciones cuajadas y con unas cabezas visibles ya implantadas en los municipios, han visto tumbadas sus candidaturas por el Comité Ejecutivo de Ciudadanos con sede en Barcelona. «Sólo nos presentaremos en aquellos lugares donde tengamos la seguridad de contar con un grupo cohesionado» justificó Cassá la decisión con la voluntad de querer salvaguardar «el proyecto y la imagen de Ciudadanos». Curiosamente, y a pesar la supuesta falta de cohesión interna, fue en Marbella, a manos del ahora defenestrado coordinador local, Juan Soriano, donde el partido obtuvo sus mejores resultados en la provincia el pasado 22 de marzo.

Mirando a la Diputación

Para el excoordinador del Rincón de la Victoria, Francisco José Gallardo, todo está siendo un «proceso orquestado» para que Juan Cassá acabe como diputado provincial. "Ha colocado a gente de su confianza en todos los municipios que dependen del partido judicial de Málaga capital para hacerse luego con un cargo en la Diputación", reseña Gallardo, además de poner en duda la capacidad de Cassá para conocer los problemas de los malagueños por «residir en la Cala del Moral». Sobre las listas confeccionadas en la provincia asegura que, lejos de haber sido elegidas de forma abierta y con la mayor participación posible, habrían sido el resultado de designaciones a dedo por parte del propio Cassá. "Todo lo que hablan sobre democracia y transparencia es mentira", asegura Gallardo. Los estatutos de Ciudadanos no exigen la celebración de primarias abiertas en los municipios que cuentan con menos de 150 afiliados. Hecho aplicable, salvando la capital, a todas las candidaturas de la provincia.