­Renovación, contundencia con la corrupción y fidelidad a las siglas. Estas parecen ser las máximas con las que el PP en la provincia se enfrenta a las elecciones municipales, cuya campaña comenzó ayer de manera anticipada con un desayuno informativo organizado por Europa Press Andalucía y la Fundación Cajasol.

El presidente de los populares malagueños, Elías Bendodo, con marca propia y, a veces, enarbolando la bandera de la independencia ideológica respecto a ciertos asuntos, apeló ayer ante una nutrida representación de las instituciones de la provincia a la necesidad de pactos a partir del 24 de mayo, consciente de que a partir de entonces habrá más partidos, además de los clásicos PP, PSOE e IU, en la Diputación Provincial, organismo que actualmente preside, y en los ayuntamientos.

«Hoy día gobernar es pactar. Los partidos deben adaptarse a la nueva situación», apuntó Bendodo, que puso como ejemplo de éxito de negociación entre distintas siglas que el Caminito del Rey sea hoy una realidad tras 25 años en el olvido. «Creo que el gran éxito es que ha conseguido sentar en una mesa a todos los partidos, es un proyecto bueno para la provincia», apuntó.

Pese a reconocer que los tiempos son convulsos para los partidos tradicionales sí dijo que aún tanto el PP como el PSOE tienen mucho que hacer por la política española. El presidente de la Diputación de Málaga admitió no contemplar otra opción que no sea la de seguir al frente del ente supramunicipal, solo o con otros. Sin embargo, quiso recordar que parten de un proyecto renovado e ilusionante y que se trata de un partido «de centro, humanista y en el que cabe todo el mundo», en alusión a aquellos descontentos que puedan estar planteándose abandonar a su partido y votar a uno de los emergentes. «Nuestro país pasa por un cambio de formas y comportamiento en todos los ámbitos y también en la política», insistió. Por eso, en un claro guiño al descontento ciudadano y a la necesidad de reflexión por parte de los partidos convencionales, apostó por que estos revisen sus valores para así atender las demandas de los ciudadanos. «Quizás es el momento de adaptar la política a los tiempos y no esperar que los tiempos y la sociedad se amolden a la política», dijo, mientras abundó en la necesidad de un modelo político más cercano que reconozca los errores y pida perdón por los fallos.

A Bendodo no le tembló el pulso -ni la voz- para referirse a la corrupción dentro y fuera de su partido. «En España ocurren cosas suficientemente graves como para iniciar una profunda reflexión y un cambio progresivo de formas, mensajes y comportamientos», afirmó el malagueño, que durante cerca de una hora respondió a una entrevista en público. «Comprendo el enfado de los ciudadanos porque lo que está sucediendo no es normal ni es tolerable es, sencillamente, inaceptable y vergonzoso», señaló el popular, que cree que su partido debe ser más contundente aún e inflexible con los corruptos. «Sin contemplaciones ni chantajes, los corruptos tienen que estar fuera» argumentó el presidente del PP malagueño que, preguntado más tarde sobre la expulsión del que fuera con ellos alcalde de Alhaurín el Grande, Juan Martín Serón, precisamente por este motivo, dijo: «Hemos preferido perder un puñado de votos antes que la confianza de los ciudadanos».

Al margen de un discurso reivindicativo en cuanto a la nueva forma de hacer política y de prevenir respecto a lo que se avecina, Elías Bendodo aprovechó el foro para pedir que los presidentes de diputaciones sean elegidos directamente por los ciudadanos, no por la mayoría de votos en la provincia. «No tiene ningún sentido que podamos elegir votando al presidente de la comunidad de vecinos de nuestro bloque y no a quien va a representar y dirigir los destinos de la provincia», manifestó.

Consciente de que no son tiempos fáciles para su partido, que en las elecciones de 2011 demostró su fortaleza en la provincia, el popular, que no es la primera vez que alude a esta posibilidad, lamentó que los ciudadanos no puedan votar si les ha gustado o no su mandato. El abanico de partidos que previsiblemente acogerá el edificio de la calle Pacífico el mes que viene podría facilitar, asimismo, pactos entre otros partidos, lo que podría perjudicarle y apartarle de la presidencia.

«No puede ser que los que pierdan se unan y echen al que gane porque eso es forzar la voluntad de los ciudadanos», puntualizó el también portavoz regional del PP, abriendo la puerta a una segunda vuelta electoral que apostó, asimismo, por la inclusión en los programas de los partidos, e, incluso, por ley, de cuestiones como primarias y listas abiertas.

Preguntado por la limitación de los mandatos a ocho años, de la que se ha mostrado a favor en numerosas ocasiones, insistió en que es una opinión personal que no tiene por qué aceptar todo el mundo. «Yo opino sobre esta cuestión y otras de forma diferente a otros compañeros, pero eso es lo que enriquece al PP», dijo.

Durante su interlocución de cerca de dos horas, enumeró los proyectos de los que más orgulloso se siente de haber puesto en marcha además de la reforma del Desfiladero de los Gaitanes, como la marca Sabor a Málaga, el Museo Taurino, La Térmica o la Gran Senda. «Cuando llegamos a la Diputación había 300 millones de euros de deuda y ahora los hay de inversión», manifestó orgulloso, sin ocultar que le hubiera gustado hacer más proyectos».

Apuesta por una provincia bilingüe. El presidente de la Diputación, Elías Bendodo, no quiso perder ayer la oportunidad y enumeró las que serán sus principales líneas de gobierno en caso de gobernar otros cuatro años el organismo provincial que preside desde el pasado 2011.

Así, apostó por una bajada de impuestos y de tasas municipales a través de subvenciones, de un plan de empleo productivo para que todos los que quieran trabajar puedan hacerlo y de convertir a Málaga en una provincia bilingüe. «La Diputación ayudará económica e institucionalmente a la formación en idiomas», apuntó el popular, que señaló que el bilingüismo llevará a la provincia a ser referente mundial en la hospitalidad, en la enseñanza de idiomas y en la captación de multinacionales para ayudar a la provincia.