Son las 6.30 horas de la mañana y Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, comienza su jornada. Estamos a miércoles 13 de mayo y podría ser un día cualquiera salvo por el hecho de que estamos en campaña electoral. De la Torre se juega la reelección y combina su trabajo como regidor con el de candidato. Una jornada empotrado en su agenda sirve para acercar su día a día y conocer los malabares para combinar ambos papeles, sin olvidar algún momento de descanso con su familia.

El día comienza pronto. Todavía no ha amanecido y De la Torre inicia una rutina adquirida hace año y medio. Sale a caminar a buen ritmo. La vida sedentaria no va con él. Unos 50 minutos por el paseo marítimo le sirven para activarse y mantener la forma física. «¿Pero no iba a nadar todos los días al Club Mediterráneo?». «Eso es una leyenda urbana -se ríe-. No tengo tiempo, sólo voy los fines de semana». Estos paseos le han servido para adelgazar cuatro kilos, lo que le ha obligado a renovar su vestuario.

Tras el ejercicio llega la ducha, el desayuno, vestirse y camino al Ayuntamiento. Llega a las 8.40 horas y lo hace en coche oficial. La Casa Consistorial apenas está a unos 300 metros de su vivienda. En cinco minutos de paseo se llega. Pero tiene su explicación. Es un momento que aprovecha para revisar documentación y hacer alguna llamada. Deja el coche y sube las escaleras del Ayuntamiento ya con varias carpetas bajo el brazo y tomándose un caramelo. Sigue con la garganta tocada casi desde el principio de la campaña y el primer debate electoral, celebrado la noche anterior en Onda Azul, no le ha permitido recuperar la voz.

La jornada de trabajo comienza en su despacho con una reunión para revisar la agenda del día. El jefe de protocolo, Fernando Leguina; el jefe de prensa, Jesús Espino; y otro de los responsables de prensa, Marcos Bonastre, le acompañan en este primer encuentro. Llegan las primeras llamadas, cambios de la agenda y los dos primeros tuits que escribe desde su cuenta @pacodelatorrep.

La gestión de la agenda es especialmente compleja. Más que un plan a cumplir se convierte en una sugerencia sobre las posibilidades que hay. Cambia citas, se anulan otras, se incluyen nuevas o se altera el horario. Se sabe lo que está previsto, no lo que se va a hacer. Incluso durante esta jornada de seguimiento a Francisco de la Torre, conocer el plan con antelación era casi imposible. Todo dependía de una decisión de último momento. Con la complicación añadida de que existen dos agendas, no una. La que tiene como alcalde y la que tiene como candidato, que gestiona el concejal de Seguridad y Turismo, Julio Andrade, que es el coordinador de campaña en la capital.

Tras cerrar la agenda a primera hora, llega el repaso de prensa sobre el debate de la noche anterior, abordar los temas candentes y preparar la intervención del siguiente acto. Será de campaña.

Diferenciar al alcalde del candidato es difícil en estos días. La actividad municipal continúa y la campaña se va filtrando en la rutina con insistencia. Pero hay dos indicios claros para distinguir el momento. Uno es el vehículo en el que se desplaza. Si usa el Toyota Prius del Ayuntamiento es que actúa como alcalde. Si llega en el coche conducido por Julio Andrade, es porque acude a un acto de campaña. Además, los actos electorales llevan el lema «Paco de la Torre Sí», con su rostro perfilado.

Primera rueda de prensa

A las 9.47 horas sale del Ayuntamiento de Málaga en dirección al Paseo de la Farola. Ha convocado a la prensa a las diez de la mañana para explicar las propuestas de turismo que plantea en su programa electoral. La rueda de prensa comienza a las 10.10 horas y coincidiendo con un simulacro de un accidente marítimo. Un helicóptero pasa insistentemente sobre su cabeza. Se lo toma con humor, mientras para y reanuda la intervención en varias ocasiones. Tras lidiar con las preguntas de los periodistas y lanzar una polémica comparación entre su sueldo y el de los vigilantes del Centro Pompidou que recoge la Cadena Ser, y que le acompaña los siguientes días. Tras eso, se sube al coche oficial para actuar de alcalde.

El siguiente objetivo es el Teatro Cervantes. Allí tiene la clausura de la XXIX Muestra de Teatro Infantil. Le esperan la concejala de Educación y Teatinos, Eva Sánchez Teba; y el coordinador de Servicios Educativos, Rafael Centeno, con los que despacha fuera del teatro para conocer el acto y lo que se está haciendo.

Su forma de actuar ante cualquier acto es muy parecida. Primero conversa para conocer los detalles y preparar su intervención. Luego saluda a las personas que participan en el acto y que se va encontrando a su paso. No falla una. Cumple esa máxima a rajatabla. En el caso de la muestra de teatro escolar del miércoles, interviene con un discurso, entrega los premios y dedica al menos unos segundos a hablar con cada uno de los galardonados. Cuando termina, se despide personalmente de todos los trabajadores. Apretón de manos o dos besos. También escucha a su edil y al responsable de servicios educativos sus propuestas para el año próximo. Más saludos y al coche oficial. Son las 11.30 horas.

El siguiente destino es el Ayuntamiento. De nuevo al despacho. En esta ocasión para preparar el debate que tiene previsto a las 13.00 horas en la Cadena Ser con los candidatos del PSOE e IU. Poco más de una hora repasando datos e informes y llegada a la cadena a las 12.57 horas en el coche de campaña. Tras el saludo a María Gámez (PSOE) y Eduardo Zorrilla (IU), comienza un debate más intenso que el de la noche anterior que termina sobre las 14.00 horas. Sin más dilación, vuelta al Ayuntamiento para firmar informes municipales y preparar una entrevista con Mediterráneo TV a las 14.30 horas. A las 15.45 se da un pequeño descanso comiendo en su casa con frugalidad. Una ensalada, carne a la plancha y un yogur. Descanso.

La intensidad de la mañana se disipa durante la poco más de una hora en la que come en casa con su mujer y su hija Lucía.

Procesiones y ruedas de prensa

La actividad vuelve con fuerza a las 17.00 horas, cuando se reúne en el Ayuntamiento con el responsable de la empresa británica de software ITRS Group, Guy Warren, que inaugura su sede en el PTA el siguiente jueves. A las 17.38 horas llega a la plaza de la Judería para presentar el programa electoral para cultura. De nuevo asume el papel de candidato. Ese acto le permite hablar con los representantes vecinales del Centro, hacerse una foto con un par de malagueños que pasaban por la calle y con una familia también de paseo, recibe una invitación de la Asociación de Escritores y estrecha manos. Muchas. Y escucha. Una hora después de llegar, vuelve al Ayuntamiento. La rueda de prensa fue de apenas 20 minutos y el resto lo ha dedicado a hablar con la gente.

Deja el papel de candidato y asume, de nuevo, el de alcalde. Le espera trabajo interno en el Ayuntamiento desde las 18.45 hasta las 19.30. Siguiente parada: Churriana para asistir a la salida de la procesión de San Isidro Labrador. A las 21.00 horas a la iglesia de Fátima para la salida procesional de esta Virgen y a las 21.30 horas al Parador de Gibralfaro, donde asiste a una reunión del Patronato de San Telmo.

Fin de la jornada. Son las 22.30 horas y la casa espera. El descanso será breve porque hay que madrugar. Hablar con su mujer y nada de televisión. Quizá algún informe o repaso a las citas del siguiente. Eso sí, un poco de lectura. En sus manos están España 3.0 de Javier Santiso y la biografía del Marqués de Salamanca, que relee con asiduidad.

El retrovisorUn candidato enredado

El candidato del PP a la reelección como alcalde, Francisco de la Torre, está irremediablemente atrapado en las redes sociales. Su perfil de Twitter tiene 26.271 seguidores y siempre pone alguno sobre su actividad diaria. A veces incluso adelantando informaciones y no tanto entrando en polémica. Pero siempre atento a lo que sucede en este nuevo medio de comunicación.