­Mostrar seguridad en tiempos revueltos siempre es garantía de todo porque el ciudadano prefiere lo malo conocido, y ése es el espantajo que agitó ayer, ya se verá si con la eficacia pretendida, el presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, en una visita a Vélez Málaga. Así, puso sobre la mesa las opciones que, a su juicio, tienen los votantes este domingo: por un lado la estabilidad institucional, económica y política que representa, según dice, el PP; y la cara B: los populares han de hacer frente «a un cóctel de franquicias políticas que no se sabe de dónde vienen ni adónde van y que pueden generar sufrimiento en los ciudadanos, inestabilidad y fragilidad en los servicios públicos de los ayuntamientos».

Moreno Bonilla se refirió así a las formaciones de nuevo cuño como Podemos y Ciudadanos a los que las encuestas dan importantes perspectivas de voto y crecimiento en los comicios locales. El PP y el PSOE temen que la inestabilidad política anide en las administraciones locales y formar gobierno si no difícil, casi imposible.

Así, el líder de los populares andaluces calificó los comicios como decisivos e insistió en que los alcaldes del PP han demostrado «en todos los municipios en los que gobiernan ser eficaces en la gestión, ser capaces de ordenar las cuentas públicas, de garantizar los servicios públicos esenciales a los ciudadanos, de generar oportunidades de empleo y de hacer funcionar a los ayuntamientos».

Seguridad frente a nada o a un todo aún desconocido. La bisoñez política como arma arrojadiza, como corsé para naranjas y morados en sus aspiraciones de formar gobierno en las principales ciudades malagueñas. Ésa es la dirección del presidente del PP regional, que, además de lidiar en diferentes plazas para rebañar todos los sufragios locales posibles, está estos días enfrascado en la batalla andaluza y ve con distancia los intentos de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, de formar gobierno, aunque parece que lo que pase mañana tendrá mucho que ver con las futuras componendas de San Telmo.

De cualquier forma, Moreno Bonilla está en clave local. Aseguró, por ejemplo, «que no es el momento de castigar a nadie sino de valorar los cuatro años de los alcaldes y alcaldesas que han gestionado los intereses de las distintas ciudades y municipios de la autonomía».

Asimismo, indicó que confía en que, a partir del próximo domingo el PP siga manteniendo la línea de progreso y desarrollo, a la vez que apuntó que está convencido de que su formación va a ser la primera fuerza que va a ganar «las elecciones de manera mayoritaria en los 15 municipios más importantes de Andalucía y que los vecinos van a respaldar su proyecto político». Además, Moreno destacó lo siguiente: «Estamos ante la cultura del diálogo, del pacto y del entendimiento», pero, frente a ello, lamentó que esa cultura «no la haya sabido entender el socialismo».

«El PP siempre ha sido un partido de diálogo y que sabe escuchar y no tendrá problemas en establecer relaciones con otras formaciones políticas cuando el objetivo fundamental de éstas sea mejorar la calidad de vida de los vecinos», sentenció.

Finalmente, calificó la campaña que ha llevado a cabo el PP de cara a las elecciones municipales como «limpia y propositiva» e incidió en que a lo largo de estas dos semanas los populares han aportado numerosas ideas, iniciativas y proyectos.

Bonilla apoyó ayer al candidato del PP a la alcaldía de Vélez, Francisco Delgado Bonilla, y reivindicó el uso cultural del Centro de Protección de Menores del municipio. Calificó la reclamación local de «legítima, justa y necesaria» y consideró positivo que el centro se convierta en una escuela de español para extranjeros, pues ello será beneficioso para la economía.