Las certezas son algo maravilloso. Sobre todo, en la política. Ordenan la realidad y amortiguan la complejidad. Son la base para la toma de decisiones en escenarios complejos, como lo será la futura conformación de un gobierno en el Ayuntamiento de Málaga. Las realidades ya no se dejan catalogar como antes. Mayoría absoluta y pista. Esa ha sido la música en la capital durante muchos mandatos en los que el PP, con Francisco de la Torre al frente, representaban un poder intratable. Cuando la realidad municipal ya no se deja clasificar de una forma tan sencilla, cuando las pocas certidumbres que quedan se han triturado en el descuento, estamos ante una señal de que lo que viene es ya del todo imprevisible.

Tantas veces ha insistido el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, en la imposibilidad de llegar a acuerdos con el PSOE a nivel municipal, que las declaraciones de su candidato en Málaga, Juan Cassá, ganan en relevancia. En una entrevista en la SER fue abordado sobre la posibilidad de pactar con el candidato socialista Daniel Pérez y no dudó en un nítido y rotundo claro que sí. Ciertamente, para el periodismo resulta una sensación grata que todavía haya políticos que den respuestas directas sin enrollarse en sermones que no tienen nada que ver con la pregunta. Al contrario que en ocasiones, en las que se pudiera pillar con la guardia baja al susodicho, se trataba de una pregunta más o menos previsible, lo que hace indicar que no estamos ante un lapsus. Cassá ha pronunciado en público lo que Pérez va difundiendo en la intimidad.

Sí podemos estar ante el primer caso de sonambulismo electoral de esta campaña. Al votante natural de Ciudadanos, el mismo que llevó la formación eliminar de su ideario a la socialdemocracia como si se tratara de un veneno peligroso, no le debe provocar muchos estímulos el hecho de pensar que con su voto acercan la posibilidad de un gobierno socialista al Ayuntamiento de Málaga. Francisco de la Torre, que huele la sangre incluso antes de la herida, no ha tardado ni 24 horas en tratar de sacar algún beneficio personal. Consciente de que el votante de Ciudadanos en Málaga emana, en gran medida de exvotantes suyos, ha lanzado la advertencia en acto de campaña de esta mañana: "El electorado de Ciudadanos tomará nota de esas declaraciones". Además, de añadir que lo más sensato para el votante de centroderecha sería optar por la candidatura que el encabeza.

El propio Cassá ha salido hoy a matizar, más bien a completar, sus declaraciones del jueves, en un intento de recuperar la centralidad. Durante la presentación de las medidas fiscales de su programa, ha dejado claro que también se ve capaz de revalidar el pacto con De la Torre. Eso sí, siempre que saque de sus listas a los ediles Porras y Pomares, investigados en estos momentos por el Caso Villas del Arenal. El candidato popular, sin embargo, confía en una pronta desimputación. Si llega finalmente, puede que Cassá se los tenga que comer, siempre que su partido le mande pactar de nuevo con el PP. "Ciudadanos ha demostrado que es el único partido que puede llegar a acuerdo con el resto de formaciones en una situación tan convulsa. Necesitamos partidos que sepan a llegar a acuerdos por el bien de Málaga", ha insistido hoy Cassá a este periódico.

Para llegar con verdaderas oportunidades de subir la apuesta a partir del 27 de mayo, Pérez y Cassá no deberían enseñar tanto sus cartas.