El sábado se arrancó con un mitin electoral a la vieja usanza y con la irrupción en Málaga, en lo que va de campaña, del primer presidente nacional de uno de los partidos que andan en disputa. O sea, demasiado tiempo para los antiguos parámetros, pero se consolida el cambio en la forma de pelear por el voto. No obstante, la llegada de Pablo Casado a Málaga se masticabaPablo Casado a Málaga, de antemano, como uno de las citas de interés a nivel político. Francisco de la Torre, el candidato popular al Ayuntamiento de Málaga, tiene la ventaja de haber consolidado una marca propia que trasciende a la del PP.

Por tanto, se podría haber permitido el lujo de finalizar la campaña sin el paso de su líder nacional, pero no es así desde el punto de vista de Casado. Necesitado de alegrías electorales el 26 de mayo, Málaga se alza como una plaza imprescindible para las aspiraciones populares y el líder nacional de los populares hizo todos los esfuerzos posibles para pedir la concentración del voto en De la Torre. Desde el estrado de los Baños del Carmen, bajo alerta de oleaja y un cielo que se puso Caribe, Casado embridó un discurso centrado en reivindicar el trabajo realizado por De la Torre y advertir del peligro real de perder la alcaldía de Málaga si el próximo domingo se produce una dispersión del voto entre los partidos que compiten por el espacio del centroderecha. En este programa de variedades de partidos con posible final bronco, Casado elevó al PP y a De la Torre como máximo garante de estabilidad y progreso para Málaga.

De la Torre es un buen candidato. El mejor que puede tener ahora mismo el PP para la capital. De eso no hay duda. Pero el compás del multipartidismo puede marcar para el PP una tesitura diabólica si se da un resultado electoral que le permita al PSOE construir un gobierno alternativo después de más de dos décadas de hegemonía popular en la capital. Incluso, con la suma de Ciudadanos, como advirtió el propio Casado, al que alguien le habría chivado en la previa las declaraciones efectuadas por el candidato naranja, Juan Cassá, en las que daba a entender su predisposición para llegar a acuerdos con el socialista Daniel Pérez. «Algunos ya se han retratado esta semana. Ciudadanos ya ha dicho en Málaga que quiere apoyar al candidato socialista. En el fondo, lo que quieren es el poder por el poder», censuró Casado. Lo que siguió después fue un nuevo esfuerzo por apelar al voto útil en favor de De la Torre, recordando el resultado de las pasadas elecciones generales y la consecuente permanencia en el Gobierno de Pedro Sánchez, sin ahorrar críticas hacia Ciudadanos y Vox, a las que tachó de «irresponsables». «Hay que informar a todos los españoles que el 26 de mayo, si vuelven a dividir su voto, vuelve a gobernar la izquierda», añadió.

De la Torre, encargado de cerrar el acto que llegó a rozar los 90 minutos de duración, se ciñó a su habitual tono didáctico y a la vez motivador. Después de una ronda casi eterna de agradicimientos a los allí presentes, el candidato popular ha señalado que lo que procede el 26 de mayo para seguir colocando a Málaga en la vanguardia «es votar a la candidatura que tengo el honor de representar».

De la Torre se dirigió, especialmente, a aquel votante que abandonó al PP en las generales y pidió una reflexión sosegada para el 26 de mayo. La victoria, De la Torre lo sabe, está también en su capacidad de atraer a los indecisos o decepcionados de vuelta al PP. Una tarea en la que se pondrá a prueba, a la vez, el tirón personal de su propia figura como alcalde que lleva gobernando el Ayuntamiento desde el año 1996.

En la segunda parte de su intervención, De la Torre se centró en repasar la evolución que habría experimentado Málaga bajo sus consecutivos mandatos, en la que la ciudad habría pasado a ser referencia en el mapa europeo. Fiel a su estilo, no desaprovechó la oportunidad para confrontar con la Junta de Andalucía, con la que ya no está, porque De la Torre no se ha olvidado del anterior ejecutivo socialista: «No han hecho más que bloquear, nos encontramos con una Junta de Andalucía que nunca ha colaborado».

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, también pidió la concentración del voto en la candidatura que encabeza De la Torre. «Ahora que tenemos la Junta vamos a perder la alcaldía de Málaga», se preguntó para, acto seguido, pedir que nadie se quede sin votar el próximo domingo. El consejero de Presidencia de la Junta, Elías Bendodo, fue el encargado de abrir el mitin, que contó con una asistencia nutrida. «El verdadero riesgo que tenemos es la confianza. No se puede votar a otra opción que no sea De la Torre si no queremos que haya un alcalde socialista el 26 de mayo», dijo.