«No vamos a pactar con ningún partido que tenga imputados en sus listas». Hasta media decena de veces sugirió Juan Cassá que no apoyará a Francisco de la Torre mientras en sus filas haya personas investigadas por la justicia, como es el caso del popular Francisco Pomares. «Es una condición indispensable para poder hablar con cualquier fuerza política de este Ayuntamiento», advirtió para rebajar la euforia y los guiños que ya le habían llegado desde la sede del PP de Málaga con Francisco de la Torre y Elías Bendodo a la cabeza.

Sonrisas forzadas en el cuartel general de Ciudadanos, cuyos resultados no han estado a la altura de la Terraza de San Juan ni de las aspiraciones de los naranjas. El candidato de Ciudadanos compareció muy tarde, pasada la una de la madrugada, con el gesto muy serio y las palabras muy cortas. No era para menos. Se ha quedado a 900 votos de igualar los tres concejales que tenía y, por tanto, ha perdido a Alejandro Carballo, muy valorado por sus compañeros, tras perder hasta 15.000 votos respecto a las últimas elecciones municipales. «No es un buen resultado electoral para nocostros», reconocó Cassá antes de explicar que el voto se ha polarizado y esto ha beneficiado al bipartidismo y ha perjudicado a las formaciones más recientes.

Ciudadanos tiene la llave

La vida sigue igual pero con un concejal menos. Cassá se siente importante y sabe que sigue siendo la clave para que Málaga tenga un alcalde, ya sea por la derecha o por la izquierda. «Ciudadanos va a seguir liderando la agenda política de la ciudad durante los próximos cuatro años», añadió. Ante la insistencia de los periodistas sobre posibles pactos, Cassá pidió paciencia y aseguró que todavía hay que analizar los resultados y esperar al comité ejecutivo nacional que se celebrará hoy lunes.