­Ha nacido hace un mes y promete revolucionar el sector. La heladería Helartia es uno de los alevines de este campo y pisa fuerte con más de sesenta sabores, desde los más clásicos hasta el más innovador pero con un objetivo claro: ofrecer en cada uno de sus sabores la tradición entrañable que envuelve a este goloso oficio.

Desde hace dos años Pablo Díaz y Miguel Manzanares tenían en mente adentrarse en ese mundo y hace unos meses, al fin surgió la posibilidad. Se pusieron manos a la obra y la calle Realenga de San Luis, muy cerca al Parque del Oeste es el lugar donde han decidido asentarse. Ramón, un heladero ya jubilado con más de 40 años de experiencia, es quien les ha guiado para combinar las clásicas recetas que el mismo utilizó hace décadas con todos los avances que ofrece la actualidad y gracias a los cuales han creado un obrador de más de 350 metros cuadrados.

Con una vistosa decoración, donde predominan las palmeras y el cálido amarillo, Helartia se ha convertido en escasas semanas en uno de los lugares punteros donde disfrutar de un sabroso helado. Aunque su fuerte es este producto, estos socios van un paso más allá y pretender romper la estacionalidad de este negocio e incorporar nuevas lineas de productos conforme vayan creciendo. Por el momento ya se puede disfrutar de unos batidos o copas marca de la casa o granizadas con sabor a mojito o sandia, además de las más tradicionales.

Un lugar donde la solidaridad es un pilar fundamental y pretende convertirse en una herramienta más para facilitar la inclusión a la vida laboral a personas con algún tipo de discapacidad y no descartan en convertir este modelo de negocio en una franquicia para llevar sus sabores y nuevos productos a cualquier rincón.