Jamás me hice tal pregunta para mis adentros y en el momento que me la plantearon, surgieron mil dudas, emparejadas a cómo expresarlo sobre el folio en blanco. Una vez asumido el reto, caí en la cuenta de que es parte fundamental, rutinaria, necesaria, a veces anodina, querida y odiada de mi día a día en los últimos veinte años de mi vida. Carnaval (siempre desde el punto de vista de componente de comparsa) es compromiso adquirido, disciplina, constancia, altura de miras, respeto al compañero y al rival. Carnaval es meterte en la piel del autor e intentar desarrollar su idea primera. Carnaval es amar la música y la literatura, tan particulares de este bendito veneno. Carnaval es enamorarte de tu instrumento, cual amante nocturna a la que acariciar a diario. Carnaval es tener la intuición del "pelotazo" y el pánico al fracaso por otro "inmerecido cajonazo"(en el fuero interno de cada cual, todos lo son). Carnaval es esa mariposa irreverente que revolotea en tu estómago a la entrada de camerinos. Carnaval es romper el hielo haciendo voces, a sabiendas de que llevas el mejor repertorio que ha parido madre. Carnaval es el vértigo irrefrenable cuando abren cortinas y sientes el aliento frío de ese agujero negro que respira, que es el teatro, auténtico juez y parte de tu obra. Carnaval es mirar de reojo a los cinco que se sientan en el palco de tu izquierda o derecha, dependiendo del escenario donde vomites tu obra. Carnaval es esa prima o esa cuarta que se rompe en el momento más inesperado. Ponerle el papel a un pito, que te lleva acompañando desde que Momo puso los ojos en ti. Carnaval es ese momento de soledad que has adquirido por costumbre, justo antes de que te den acceso a la caja negra de los truenos. Carnaval es esa promesa diaria que te haces de consumir coplas de tu Carnaval, ya sea propio o ajeno. Carnaval es ese "¿Te ha gustado?" o ese "tú dime la verdad, que de ti me fío". Carnaval es ese sorbo de cicuta que tragas cuando ves actuar al rival, sabiendo que te puede meter mano. Carnaval es esa coraza inconsciente que te colocas cuando determinas que el otro va mejor que tú. Carnaval es tener vergüenza torera de presentarte a un respetable, aunque a veces se pierda el sentido etimológico de la palabra. Carnaval es ensayo y frío. Memoria y lluvia. Ilusión y desgana. Reto y logro. Papeletas y libreto. Serrín y forillo. Sombras y purpurina. Falsos amigos y enemigos fieles. Previa y preliminar. Semifinal y cuchillos largos. Final y gloria. Desfile y vanidad. Calle y desvergüenza. Papelillo y ceniza. Carnaval es un año de religión, que señala en rojo su santoral en el mes más corto del año. Carnaval es darle importancia a lo que lo merece. Merecer la importancia que le demos está en nuestras manos. Carnaval es vida. Nuestra vida. Mi vida.