Se abre el telón y las gargantas de hombres y mujeres cantan el pensamiento de una persona. El repertorio es esa llama viva de la antorcha de la estatua símbolo neoyorquino. La letra traspasará el imaginario colectivo. Se hará canto y leyenda. Se recogerá y guardará como fruto maduro a espera de que el tiempo lo condene a un buen vino o a un mosto desdibujado. Musas y compañeros. Noches y rituales a cada cual el suyo, el fascinante proceso creativo. Pero Martes de Carnaval va más allá. Buscamos el debate y para eso, hemos formulado distintas preguntas a autores de nuestro carnaval.

¿Existen temas tabús? Desde que devoramos coplas por febrero, nos damos cuenta de cierta reserva para hablar de ciertos temas de nuestra ciudad, más por el carácter conservador de la misma. Las cofradías o temas de corrupción local pasan desapercibidos en repertorios. Tal vez tratado con un humor blanco en algunos casos. La autocensura puede pasar factura a dignos repertorios por miedo al encaje en el público. Harina de otro costal el público. Este premia con el aplauso al coplero o coplera que canta sus verdades. El aplauso no hay más. El aficionado de esta ciudad aplaude con alegre gratitud, en un carácter de amor filial al grupo que en algunos casos ha perpetrado en vez de actuado un repertorio. Hemos podido observar como en una misma sesión dos pasodobles de distinto punto de vista sobre la misma cuestión han tenido el mismo nivel de decibelios en el aplausómetro teatral ¿Oímos o escuchamos?

¿Estamos preparados para que escriban letras sobre nosotros? Antaño, algún triste episodio vivido en directo en el teatro, dejaba claro la poca madurez que el concurso tenía debido a su juventud en la ciudad, pero ahora que vamos camino de 40 años creemos que seguimos poco preparados para el encaje de esas letras metacarnavaleras, que a algunos gustan más que a otros. En este carnaval nos reímos poco de uno mismo. El tipo de humor suele ser otro caballo de batalla. Del color verde al blanco por regla general con muy pocos matices del negro o de la mala leche. Ausencia de coplas del leñazo gordo. Repertorios muy nacionales y poco locales. Repertorios estándar para teatros interprovinciales. El aumento del apoyo de la letra en lo audiovisual para provocar el golpe. Las redes sociales como enemigas del ingenio favoreciendo el plagio. Debatamos.

Iniciamos otra semana de esta locura dando las gracias por la aceptación y la comprensión del producto por parte de todos. Seguimos firmes en la intención de que todos colaboréis en generar cultura, así como nuestro intento de dar a conocer a esta ciudad, la grandeza de los que pierden horas familiares para cantarle en febrero. ¿Qué se escuchará este carnaval? ¿Cuáles serán los temas estrellas? En la cocina de locales de ensayo se está hirviendo todo a fuego lento, aunque muchas veces el chef cambie el menú a última hora. Disfruten, hoy es martes, pero no uno cualquiera. Es Martes de Carnaval.