Inversiones para mejorar el mundo

Inversiones para mejorar el mundo

En 2006, la iniciativa financiera del PNUMA y el Pacto Mundial de la ONU crearon los Principios de Inversión Responsable de la ONU que contaba entonces con más de 1.400 firmantes. Unos principios que se mantienen 12 años después y que tratan de incorporar las cuestiones ESG (Environmental, Social and Governance) a los procesos de análisis y de toma de decisiones. En incorporar las cuestiones ESG a las prácticas y políticas de propiedad. En buscar una divulgación transparente de las cuestiones ESG por parte de las entidades. A promover la aceptación y aplicación de los principios. A mejorar la eficacia en su aplicación y a reportar la actividad y progreso en la aplicación de los mismos.

por Atala Martín | BeContent

Y es que la aplicación de la ética a la hora de valorar empresas se ha hecho hasta el momento usando criterios de exclusión, o lo que es lo mismo apartando inversiones sobre corporaciones cuyo foco estaba en la producción y comercio de armas, en la energía nuclear, en juegos, pornografía, alcohol y tabaco, empleo infantil, etc…

Sin embargo, ahora las inversiones dan un paso más allá y se habla de “inversiones sostenibles y socialmente responsables” (ISR). Los principales foros de inversión europeos lo definen como una aproximación de inversión a largo plazo que integra criterios ambientales, sociales y de gobernanza. Se trata de una filosofía de inversión que se puede aplicar a todos los productos financieros: fondos de inversión, planes de pensiones individuales y de empleo, seguros de vida y ahorro; sociedades y fondos de capital riesgo.

El pasado 26 de noviembre, el foro Demos 2018, donde se reúnen a todas las fundaciones, convocó una mesa de trabajo que bajo este mismo título: “Inversiones para mejorar el mundo”, pretendía sensibilizar tanto a las gestoras, fundaciones, fondos y particulares sobre la necesidad de que las inversiones deben ser transparentes para que el usuario final tenga todo en conocimiento a la hora de invertir.

Para Mercedes Sanz Septién, Directora del área de Seguro y Previsión Social de Fundación MAPFRE, "Las ISR son importantes porque pretenden transformar la sociedad, no son filantropía y no están sólo enfocadas a las empresas sino a todo el mundo".

Y para José Luis Ruiz de Muniain, co-fundador de UnLtd Spain, una aceleradora de proyectos con fines sociales, en España ya hay 185 mil millones de euros invertidos en ellas.

Bajo este paradigma, las inversiones sostenibles y socialmente responsables (sostenibles porque aplican al medio ambiente y sociales porque tratan de mejorar la vida de las personas) son sujeto paciente de toda colectividad que apoya/invierte en empresas, sociedades, organizaciones o entidades que deben ser respetuosas con la humanidad. Y es que apostar por la ISR no es sinónimo de perder rentabilidad, sino todo lo contrario.

España vs Europa

En 2001 se creó el Foro Europeo de Inversión Sostenible bajo los auspicios de Francia, Alemania, Italia, Holanda, Reino Unido, Bélgica, España y Suiza; pero cada país cuenta con una asociación propia para promover las inversiones socialmente responsables. En 2009, España creó el Spainsif, que actualmente está compuesto por 60 asociados que comprenden sindicatos, entidades gestoras, organizaciones sin ánimo de lucro o proveedores de servicios. De ellos, las gestoras de planes de pensiones de empleo son las entidades que más se están involucrando.

En 2011, La Ley de Economía Sostenible pedía por primera vez un reglamento sobre la difusión de información en política de inversión de fondos de pensiones y en 2016, una Directiva aprobada por el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE, exponía que nos estados miembros deben asegurar que los fondos de pensiones de empleo divulgan información sobre su relevancia y de materialidad. Es decir, se reclama la transparencia como medida de trabajo.

Tenemos pues unas políticas de inversión que redundan en beneficio de todos. No sólo porque trabajan la sostenibilidad y la ética, sino porque previenen irregularidades en la gestión fiscal y reclaman la limpieza de los procesos. Inversiones con conciencia que generan impacto beneficioso en la sociedad y que permiten alinear el capital con los valores de impacto positivo. Hoy, entre las inquietudes de la sociedad, está la de vivir de acuerdo con los principios éticos que tenemos cada persona y aplicar esta coherencia a todos los ámbitos de la vida.

Para conseguirlo es importante que, a la hora de consumir e invertir, se conozca cómo las empresas interactúan con el entorno en el que están presentes y se analice si ello se adecúa o no al compromiso social de cada persona. Por eso, desde Fundación Mapfre se recomienda aplicar la ética y la conciencia social a la hora de invertir.

ISR, INVERSIONES CON COMPROMISO

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