El pañuelo

Hablemos de la tele

El diestro Manuel Jesús ´El Cid´ da un derechazo por abajo a su primer morlaco, durante la Feria de San Isidro.

El diestro Manuel Jesús ´El Cid´ da un derechazo por abajo a su primer morlaco, durante la Feria de San Isidro. / EFE

Pedro Toledano

Este año la tradición se ha roto. No se han respetado los plazos, más filosóficos que reales, pero que alimentaban la mística de la leyenda. Al final se han impuesto las estrategias a las costumbres. El empresario de la Real Maestranza de Sevilla, que era quien después de la festividad de los Reyes Magos daba el pistoletazo de salida en lo tocante a las negociaciones con las figuras siempre en orden piramidal, en este año de gracia -de desgracia dicen por Sevilla para los abonados de la Maestranza- le ha convenido adelantar el anuncio de su primera contratación: Mano a mano entre El Cid y Morante y con toros de Victorino. ¡Ahí es nada!, le han cantado, sobre todo, los voceros a sueldo, los integrantes del mundo del toro que habitan en las cavernas del pasado. Es normal que así sea.

Semejante valentía, por muy forzada que sea y por muy contra natura que le parezca a un buen número de aficionados, tiene que cantarse a los cuatro vientos. Es parte de la estrategia establecida para acallar las voces que ya se estaban, y se están levantando, pidiendo la contratación de José Tomás, quien ya se considera el probable gran ausente de Sevilla antes de que comiencen las negociaciones de la Feria de Abril de 2009. Los intereses de la empresa que rigen Eduardo Canorea y Ramón Valencia, y los propios de la televisión que tiene comprados los derechos de la feria de farolillos, Sogecable, así lo han determinado.

Pero no sólo se han movido antes de fecha los empresarios de Sevilla. Podríamos incluso aventurar que el anuncio del mano a mano de campanillas ha sido provocado por la reunión que mantuvieron el pasado mes de diciembre los principales matadores de toros. El tema central del encuentro entre los toreros fue el tan traído y llevado asunto de los derechos televisivos. Y como siempre la cuestión ha quedado sin rematar. ¿Por qué? Pues miren, porque hay unos que están conformes con la fórmula que aplican los empresarios en connivencia con Sogecable y otros que entienden que su imagen vale más que mil euros y quieren que se replantee el reparto y la fórmula que lo sustenta.

Dicha fórmula iguala los dineros que ganan los toreros, con un reparto que se les antoja sibilino. Por ejemplo, en la pasada Feria de Abril, Sogecable negoció un fijo de 100.000 euros por tarde con la empresa, toreara quien toreara. De esos 100.000, las figuras se llevaban apenas 12.000 euros, mientras que los matadores más modestos firmaban la recepción del dinero sin recibirlo, en un claro atropello de sus derechos cuando, además, la retransmisión se hace en la modalidad de pago por visión.

Argumento. No sirve entonces, tanto como pretenden las partes interesadas, el consabido argumento de fomento de la fiesta de los toros, porque quien se abona a Digital Plus es el aficionado de toda la vida, que ya está "fomentado". Y, además, los abonados de las plazas de toros, que son el principal sustento de la fiesta, no se benefician de la venta de los derechos televisivos en pago por visión, porque no le rebajan el importe de sus abonos. Eso sí que sería fomentar de verdad la fiesta de los toros.

Así que el tema tele es inevitable que tengamos que volver a retomarlo de nuevo. No se puede dejar que lo mangoneen los de siempre sin echárselo en cara. La semana pasada me gustó que mi amigo José Luis Benlloch, al hilo de la modificación a la baja (de un 35 a un 9%) de los derechos televisivos que estipula el pliego de condiciones de la plaza de Valencia, alzaba su voz en su revista "Aplausos": "Ahora sólo falta que televisiones, empresas y toreros se pongan de acuerdo. Que no siempre es fácil". Para extenderse: "Algún día habrá que hablar de la necesidad de la tele para la existencia del toreo, de lo mal repartidos que están los dineros de la tele, de la dificultad de compatibilizar interés de la audiencia con el interés de los toreros grandes, de los chicos, de las empresas, de los banderilleros, de los ganaderos? y lo que vale realmente la imagen de cada uno de ellos", para rematar la reflexión: "No es fácil pero urge resolverlo". ¡Carallo!, que diría un gallego. ¿Pero cuánto urge? Cuándo hayan conseguido sacar del circuito de las plazas de primera categoría a los matadores disidentes ¿Pero cómo están afrontado tal reto tirios y troyanos?

Haciendo chapuzas como la aprobada por los sonrojantes políticos de la diputación de Valencia, con el diputado Isidro Prieto a la cabeza de la maniobra, boicoteando el principio de independencia que todo colectivo tiene derecho a defender. Veremos que rumbo toman los acontecimientos.

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