Festival de Teatro

El orgullo dramático de Dagoll

Un momento del espectáculo de Dagoll Dagom.

Un momento del espectáculo de Dagoll Dagom. / Arciniega

Paco Inestrosa

El XXVI Festival Internacional de Teatro de Málaga nos trae ´Cómica vida´, una obra de Joan Lluis Bozzo, puesta en escena por Dagoll Dagom Pequeño Formato.

El Centro Cultural Provincial de la Diputación de Málaga (en la calle Ollerías) cede sus instalaciones por primera vez para el festival malagueño, que amplía de este modo las distintas sedes del evento. Así, los gestores culturales, de diferentes instituciones, demuestran que, al margen de intereses políticos, se pueden aunar esfuerzos en beneficio de la ciudadanía, y, en el caso de los responsables de Ollerías, una imparcialidad cooperante que ya antes les ha llevado a trabajar en común con programas organizados por la otra administración, la autonómica. Y ahora, la pregunta: ¿Alguna vez veremos a los gestores culturales autonómicos y municipales en un proyecto común?

Hablando siempre de teatro, claro está. Pues de algo así nos habla ´Cómica vida´, de orgullo, pero no de uno, sino de distintos tipos de orgullo: el de aquellos que ya están por encima de todo, y el de aquellos que se escudan tras la autocompasión. La imagen reflejada la asigna el autor del libreto al mundo enfrentado de los actores profesionales y los aficionados. Y aunque, para el que firma estas líneas, la diferencia entre unos y otros está en que, al margen de devociones y calidades, unos pagan impuestos y los otros entretienen su tiempo libre (y cada uno debe tener su espacio, por supuesto), lo cierto es que este planteamiento de Joan Lluis Bozzo da pie, una vez personalizado en los roles, a la creación de caracteres que logran una obra íntima, y de lucimiento interpretativo.

Problemas. Más allá de las hipótesis, están los enfrentamientos y los problemas humanos y mundanos. Y ahí es donde este espectáculo logra su mayor atractivo, en el de los motivos personales que dan pie al drama.

Un texto dramático que adopta la fórmula de la sátira para ofrecer la parte más cómica de la representación. Y aunque en muchos momentos el texto resulta evidente, y el apoyo en los gags incrementa esa misma evidencia buscando provocar la risa en la platea, el tratamiento formal es limpio y elegante.

Frontalidad. Tal vez el movimiento escénico peca de una extraña y excesiva frontalidad y, dado que las situaciones representan el mismo espacio en que se desarrollan, el escenario de un teatro, las conversaciones podían haber buscado otros movimientos un tanto más, digamos, naturales.

Por otra parte, la dirección artística de ´Cómica vida´ logra sacar grandes momentos en el elenco formado por tres artistas realmente estupendos, y unas brillantes escenas, como el inmejorable monólogo ante el espejo interpretado por Noël Olivé.

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