Teatro

Una mezcla de lírica y teatralidad en "El dúo de La Africana"

EFE

En la presentación hoy a la prensa de este espectáculo, que se representará en el Teatro María Guerrero de Madrid desde mañana y hasta el próximo 15 de febrero, el director del Centro Dramático Nacional, Gerardo Vera, consideró "un lujo" la posibilidad de colaborar con esta producción de Teatre Lliure.

Un clásico como "El dúo de La Africana" se convierte en una obra original, divertida y en un "verdadero engendro", según la versión de su director, Xavier Albertí, en la que se mezclan la música (ópera y zarzuela), canto, teatro, coreografía, texto y un colorista y llamativo vestuario de María Araujo, todo ello en forma de sátira con grandes dosis de humor.

La acción se desarrolla en una república bananera a la que llega la compañía catalana "La Santa Espina" para representar "La Africana", de Giacomo Meyerbeer, en lo que pretende ser una función para la gobernadora de la ciudad, que deberá autorizar las representaciones con público.

Según Albertí, la obra conserva la fórmula del teatro dentro del teatro original, y las fuentes de los textos son Valle-Inclán, especialmente "Tirano Banderas", Miguel Mihura, Gómez de la Serna y Tórtola Valencia.

El espectáculo configura el paisaje valle-inclanesco y su fascinación por "la bailarina de los pies desnudos", y el dúo Albertí y Llüisa Cunillé lo abordan con la voluntad de "jugar" y de devolver parte del "patrimonio nacional" cultural español a los jóvenes, en un intento por acercar el teatro musical "desde el respeto" a lo clásico.

Xavier Albertí, alma del proyecto que ha colaborado en más de veinte ocasiones con Cunillé, juega con el caos escénico que crea y en el que se sirve de actores y cantantes de la nueva lírica de "primera división", entre los cuales se encuentran la soprano María Hinojosa, el coro de cámara "Fórum Local", integrado por doce personas "no profesionales", o actores como Pere Arquillué, Alicia Pérez, Chantal Ainée o Miquel Cobos.

Pere Arquillué consideró un "privilegio" poder trabajar "con cantantes profesionales", porque aunque en teatro en numerosas ocasiones a los actores "nos hacen cantar, no es lo mismo", y expresó su satisfacción por colaborar ahora en una comedia "cuando normalmente sólo se acuerdan de uno para hacer personajes clásicos".

Alicia Pérez se mostró igualmente encantada de participar en una composición teatral y musical en la que cada uno "aporta su granito de arena" a la pieza general, haciendo que todo el engranaje de la obra "encaje perfectamente".

En su opinión, este espectáculo, que registró un lleno total durante su representación en 2007 en el Teatre Lliure de Barcelona, puede recabar un amplio espectro de público, ya que puede gustar tanto a los amantes de la zarzuela como a los del teatro.

María Hinojosa, quien debutó con zarzuela clásica con 16 años, agradeció la existencia de directores como Albertí, encargado en la obra de tocar el piano, "que te dan plena libertad sobre el escenario y te hacen sentir la certeza de que lo que estás haciendo tiene sentido".

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