Los relojes 'fundidos' vuelven a casa

Salvador Dalí pintó este cuadro en plena época surrealista y en un momento de transición, tanto a nivel personal como creativo. La pintura salió de España y se expuso en París el 1931 en la galeria Pierre Colle. Un galerista de Nueva York lo compró y se lo llevó a los Estados Unidos, donde se expuso en distintos museos antes de formar parte finalmente de la colección permanente del MoMA.

Aunque la obra ha visitado el continente europeo en varias ocasiones, es la primera vez que llega a España. La cesión, según los responsables de la Fundación Gala-Salvador Dalí, es fruto de la coorganización de la Fundación en la exposición 'Dalí, Pintings & Films'.

La directora del Centro de Estudios Dalinianos, Montse Aguer, mostró su satisfacción por el préstamo y destacó que es una de las obras más "potentes" del genial pintor. Explicó que Dalí estaba obsesionado con ser "inmortal" y el cuadro refleja este mundo tan personal. "Es un óleo que representa un poco el siglo XX", añadió.

Salvador Dalí pintó este cuadro --de 24 x 33 centímetros-- cuando tenía 27 años. Sin lugar a dudas 'Los relojes blandos' es uno de los iconos más conocidos y reproducidos del artista y uno de los cuadros más populares del siglo XX de todo el mundo.

Durante dos semanas 'La persistencia de la memoria' coincidirá con otra obra importante que también está prestada al Teatro-Museo de Figueres: 'La Metamorfosis de Narcís' de la Tate Modern. Además, se ha organizado un material didáctico que facilitará la comprensión y la divulgación de este importante cuadro.