El pañuelo

Instalados en la picaresca

Pedro Toledano

Se veía venir. El tema de la televisión en los toros tal y como se está manejando no iba a ser cuestión baladí. No lo está siendo en las dos últimas temporadas. Justo desde que reapareció José Tomás. Un torero, por mucho que moleste a muñidores de tres al cuarto y a sus peones, capaz de hacer frente a las corruptelas del sistema establecido y seguir triunfando. Así de claro y así de rotundo. Sin embargo, hay una cosa que le reprochamos al torero de Galapagar: que no salga al paso del maniqueísmo que se despliega en contra de su buen nombre. Prefiere callar y actuar y esto puede serle rentable a JT en forma de paz interna, pero muchas veces sus reventadores y los empresarios que pagan a éstos, sin olvidarnos de los políticos cegatos, acaban perjudicando al aficionado.

Miren, es muy difícil callar cuando están pasando cosas tan graves como las que les vamos a contar. No sabemos lo que sienten quienes tienen la obligación moral de defender al público, aficionado o no, que pasa por taquilla. Pero a nosotros sí nos importa. Que todos los partidos políticos con representación en la diputación, como ha sido el caso de Valencia, den por buena una rebaja del porcentaje que el empresario tiene que pagar, cuando se celebró un concurso del que fueron eliminados otros empresarios que ofertaron menos porcentaje que el que finalmente fue elegido, es algo que, como mínimo, merece una explicación pormenorizada del diputado de asuntos taurinos. Que se intente utilizar la televisión para forzar a José Tomás a que no venga a Valencia y hacerle el juego a empresarios de otras latitudes, pongamos por caso Sevilla, es algo que supera cualquier código de conducta ética por muy instalados que estén estos personajes en la eterna picaresca.

Torero controvertido. El hecho real es que José Tomás no quiere televisarse por el canal de pago Digital Plus; tampoco por otros que se nieguen a discutir con él los derechos de imagen y esto pone de los nervios a los empresarios y, por lo que estamos comprobando también, a dicha televisión privada. El hecho de que un canal de pago afirme que gracias a su retransmisiones se promociona la fiesta de los toros no posibilita, sin embargo, ni que las entradas sean más económicas para quienes se sacan su abono, ni tampoco se mejoran los carteles con el dinero que recibe la empresa. Supongo que cuando hablan de promoción se refieren a la de los amiguetes ocasionales y no a otra cosa.

Ante la actitud del torero madrileño, el empresario de Sevilla ya anunció un mano a mano estratégico entre Morante de la Puebla y El Cid con toros de Victorino Martín para su próxima Feria de Abril. Sin duda un gran cartel que los aficionados deben agradecer a José Tomás. Lo comprobaran cuando sepan que el día que Eduardo Canorea, empresario de la Maestranza, convocó una rueda de prensa para dar a conocer el que sin duda es un cartel estrella, cuando un periodista le preguntó por la participación de José Tomás en el coso maestrante, el empresario en un alarde de orgullo mal entendido, le espetó: "¡Hoy no estoy dispuesto a hablar aquí de José Tomás!"

Temporada. Es la tercera temporada de gracia de la vuelta del controvertido torero de Galapagar. Segundo año que tampoco va a acudir a Sevilla. En realidad no va a comparecer en aquellas plazas que prefieren el dinero fácil de la televisión antes que contratar al propio José Tomás ni tampoco a los toreros que se alineen en sus pretensiones. Pero quienes están detrás de esta maniobra no se conforman con lo conseguido hasta ahora y quieren cerrarle todas las puertas del circuito de las plazas de primera categoría. Valencia entre ellas.

Como el empresario SEROLO no cuenta con una plaza con abono extenso como Sevilla, Madrid o Pamplona que se llenan con toreros sin grandes pretensiones dinerarias, no ve clara la rentabilidad de la televisión. No quiere televisar. Entonces para doblegar la voluntad de la empresa, los muñidores de pacotilla y sus acólitos, se ganan el favor del político responsable de la cosa taurina en la diputación, a la vez dueña de la plaza, y ya está. Objetivo conquistado.

Claro, siempre que no haya uno de los empresarios que licitaron por la plaza y que quedó excluido porque le faltaron en la baremación, pongamos por caso, los puntos que ahora han anulado, y demande a quienes han tenido el santo valor de modificar el resultado de un concurso. Por si todo esto fuera poco, ahora puede abrirse otro foco conflictivo.

José Tomás que habría aceptado venir a Valencia en el cartel de Fallas si finalmente cunde la cordura y no hay televisión en las condiciones comentadas, ha advertido a la empresa SEROLO que no quiere abonos raros en los que se obligue a los aficionados a hacer sobreesfuerzos. Que él quiere figurar en el mismo abono que el resto de sus compañeros. Como se ve, cabalgar en solitario, nunca ha sido fácil. Y menos en un país de esforzados que deben competir en un escenario lleno de rancios, mediocres y pacatos interlocutores.

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