Festival de Teatro
Lucio Romero: el oficio del actor

El polifacético intérprete malagueño Lucio Romero posa en la terraza de su hogar. / Arciniega
Nicole Cacho. Málaga
Toda una vida dedicada al teatro, al cine y a la televisión. Así se podría definir la existencia de Lucio Romero, ese Romeo de barrio en la versión teatral de ´No somos ni Romeo ni Julieta´, de Alfonso Paso, ese abuelo en ´El camino de los ingleses´, de Antonio Banderas, ese Filippo en ´Marcelino pan y vino´, de Luigi Comencini, ese malagueño que se atrevió a dejar su ciudad natal para buscar oficio en 1960 y que, con sudor y persistencia, ha logrado entrar en la historia del cine español.
El actor presentará el jueves (a las 20.30 horas) en el Teatro Cervantes y en el marco del Festival de Teatro de Málaga sus memorias, que, con el título ´Lucio Romero: el hijo del carnicero´ y editado por la Fundación Aisge, narra el periplo profesional del intérprete. Él es el autor del texto, narrado en primera persona y cargado de pinceladas de color que dotan a esta biografía del carácter del malagueño: siempre dispuesto a arrancar una sonrisa.
"Elegí el camino difícil, que fue salir de Málaga", cuenta Romero en una entrevista con este periódico, en la que se muestra "muy orgulloso" de haber tomado esa decisión. Se fue de Málaga precisamente el día que nació Antonio Banderas (quien luego sería su gran fan), explica Romero como anécdota, a la vez que insiste que su carrera profesional no sería tal sin la persistencia impuesta por él mismo y sin la ayuda de "grandes actores, padres artísticos" como son Pastora Peña, José Orjas o José Sazatornil ´Saza´, entre otros. "Gracias a su ayuda he podido recorrer España en giras teatrales más de 50 veces, he rodado películas dentro y fuera del país y he hecho mucha televisión", dijo Romero, que se lamenta en cierta manera de que, a pesar de estar siempre vinculado con la ciudad que le vio nacer, su carrera "no la conocen los malagueños". "Las grandes obras teatrales que he representado no han venido a Málaga", apunta. Este oficio que tanto ama -siendo ´oficio´ la palabra que adoptó Romero en su vocabulario después de que Fernando Fernán Gómez le dijera que lo suyo era más que simple vocación- le llevó a los momentos álgidos de su vida: representaciones en el Teatro Campoamor de Bilbao y en el Teatro Arriaga, el Premio Actor Revelación por ´No somos ni Romeo ni Julieta´ (la versión teatral, "Emilio Gutiérrez Caba la cagó en la película", apostilla Romero), o las incesantes ofertas para televisión que le llovieron en la década de los ochenta, pudiendo rodar ´El genio alegre´ y ´La discreta enamorada´, entre otros.
Personal. Más allá de sus éxitos profesionales, ´Lucio Romero: el hijo del carnicero´ ofrece una cara amable de sus compañeros de oficio e incluso de sus peculiaridades como persona. Así, Romero revela a este periódico que Fernán Gómez "no era tan ogro como le ponían": "Cuando rodamos en Italia (´Marcelino pan y vino´), Alfredo Landa resultó ser más maniático que Fernán Gómez", comenta el artista, que confiesa que en un momento de su vida vendió libros con José Sacristán.
Humilde y luchador, así es Lucio Romero dentro y fuera de los escenarios, aunque cuando está fuera se despoja del acento que le toca interpretar: "Hablo mi idioma, que es el malagueño, ese castellano en abreviatura". Y es que Lucio opina que "hablar castellano sin serlo es una auténtica cursilería".
- ¿Qué le pasa a la Feria del Centro?
- Así ha sido la cornada recibida por Fortes
- Carlos Baute, José Mercé, Chenoa, María del Monte y María Peláe, en el cartel de artistas de la Feria de Málaga
- Los malagueños se quejan de los altos precios de la Feria
- Cierran temporalmente una caseta del Real de la Feria
- Los negocios lamentan la poca afluencia del Centro
- Más Fortes que una Roca
- Así serán los fuegos artificiales de la Feria de Málaga 2024