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Los familiares maltratan a las personas con demencia de forma habitual

EFE

Así lo afirma hoy un equipo de investigación del University College de Londres en la revista "British Medical Journal", desde donde pide a las autoridades que las estrategias de protección a las personas mayores contemplen no sólo la actuación de los cuidadores profesionales sino también la de los parientes.

El equipo explica que el término maltrato no sólo se refiere al abuso físico, sino también al sexual, psicológico, financiero y al abandono.

Tras entrevistar a los cuidadores familiares de 220 enfermos británicos que viven en casa, los investigadores explican que el 52 por ciento de ellos reconoció haber tenido un comportamiento abusivo con el enfermo en los últimos 3 meses.

Un 34 por ciento dijo haber tenido ese tipo de comportamiento en varias ocasiones en los últimos tres meses y un 1,4 por ciento confesó haber maltratado físicamente al anciano de forma significativa.

En declaraciones a Efe, la responsable de la investigación, Claudia Cooper, indicó que estas cifras son extrapolables al resto de países ricos, si bien aclaró que hay que tener en cuenta que en países del norte de Europa hay un mayor porcentaje de personas ancianas que viven en una residencia que en los del sur, donde es más frecuente que permanezcan en casa al cuidado de parientes.

"Los cuidadores familiares se enfrentan a las mismas tensiones en los distintos países. A menudo dedican las 24 horas del día al cuidado del enfermo, han perdido a la persona que un día conocieron", explicó.

Cooper recordó que esa enfermedad puede cambiar la personalidad del ser querido, que puede volverse "insensible o agresivo" y considerar que se encuentra bien, una percepción que le puede llevar a rechazar los cuidados que se le ofrecen.

Estos factores, combinados con la recepción de poca ayuda, convierte a los cuidadores en personas propensas a padecer ansiedad y depresión.

Los investigadores aseguraron que los cuidadores entrevistados, que no eran conscientes de que los gritos o los insultos son malos tratos, recurrieron a comportamientos abusivos cuando se sintieron incapaces de manejar una situación concreta con el enfermo.

Según Cooper, el maltrato está relacionado con los altos niveles de estrés que soportan los familiares y es más probable que aquél suceda cuanto más avanzada esté la enfermedad.

La experta apuntó que las personas con demencia son especialmente vulnerables al maltrato porque son más dependientes del cuidador y menos capaces de contar lo que les sucede.

Además, no pueden comprender por qué alguien les grita o les trata mal, por lo que sienten angustia y miedo.

Para mejorar esta situación, Cooper considera esencial que los profesionales de la salud hablen con los cuidadores para ayudarles en la difícil situación que viven.

Lo prioritario es que el enfermo tenga un acceso óptimo al cuidado social y sanitario y que los cuidadores puedan descansar de sus tareas y hablar sobre sus problemas.

"La gran mayoría de los cuidadores familiares hacen un trabajo fantástico en circunstancias muy difíciles", aseveró Cooper.

Asimismo, los investigadores creen crucial que las políticas de protección de personas ancianas incluyan el seguimiento y apoyo de cuidadores familiares, no sólo profesionales.

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