valores tradicionales

India levanta la voz contra el integrismo hindú tras el ataque a unas jóvenes

EFE

Shilpi Singh

"Es totalmente inaceptable. Estamos en estado de 'shock", dijo a Efe por teléfono la presidenta de la ONG de defensa de las mujeres 'Women Power Connect' (WPC), Ranjana Kumari.

Un grupo de activistas de la organización integrista hindú Sri Ram Sena ("El Ejército de Ram") irrumpió el sábado pasado en un bar de copas de la localidad sureña de Mangalore, donde propinaron puñetazos y tiraron de los pelos a varias chicas alegando que por el hecho de estar allí violaban "las normas tradicionales indias" y mostraban una actitud "obscena".

"Esto es puro 'talibanismo'. Comportamientos de este tipo no son propios de nuestra cultura", lamentó Kumari, quien tachó a los integristas como "gente intolerante con la nueva mujer india, que se muestra segura e independiente".

En un lenguaje similar se ha expresado la ministra india para la Mujer y el Desarrollo Infantil, Renuka Chowdhury, que en declaraciones a la cadena delhí "NDTV" acusó a los integristas de buscar la "talibanización" de la India.

La prensa local también ha dedicado duros editoriales contra el asalto y los ciudadanos han alzado la voz contra la "policía moral" hinduista, al tiempo que han expresado temor por que este tipo de ataques puedan repetirse.

"A la generación de hoy le encanta salir y disfrutar con sus amigos en bares, discotecas y restaurantes. Pero después de este ataque, me da miedo", dijo a la agencia IANS Ranjana Goswami, una mujer con dos hijos que vive en Bangalore, capital de la región donde tuvo lugar el asalto, Karnataka.

Joshua Shetty, un informático de Bangalore, se mostró más duro y recordó que "ir a un bar no es ningún delito y la gente que va a bares no está violando ninguna ley ni molestando a nadie".

"Estas 'brigadas morales' no tienen derecho a enseñarnos lo correcto o incorrecto", zanjó.

El revuelo que se ha levantado tras el asalto ha desembocado en la detención de 26 activistas del Shri Ram Sena, entre ellos su líder.

"El jefe del grupo, Pramod Mutalik, ha sido detenido hoy", confirmó a Efe una fuente policial regional, aunque otras fuentes oficiales indicaron a los medios locales que el arresto responde a su incitación a la violencia interreligiosa y no al ataque del sábado.

Además, el asalto ya ha derivado en una pugna política entre el Partido del Congreso, que encabeza el Ejecutivo indio, y el conservador Bharatiya Janata Party (BJP), principal partido de la oposición y que gobierna en Karnataka.

El BJP se ha desmarcado del ataque y ha asegurado que el Shri Ram Sena no forma parte de la red de grupos hinduistas que le dan apoyo.

Según la agencia PTI, el portavoz del BJP, Rajnath Singh, condenó con dureza el atentado, aunque acusó al resto de partidos, "supuestamente laicos", de tener fobia a su partido, en alusión a las críticas contra el BJP que ha suscitado el ataque.

Cientos de organizaciones religiosas, sociales y políticas actúan como satélites derechistas del BJP, casi todas agrupadas en el movimiento Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS), que propugna el concepto de "hindutva" o "hinduidad", que tiene sus raíces intelectuales en el nacionalismo cultural hindú.

Los radicales han asaltado en los últimos años exposiciones de arte que mostraban deidades al desnudo, han denunciado supuestos casos de violación de la tradición india y han protagonizado altercados con otras minorías religiosas.

En la India, sobre todo en las zonas rurales, la mujer sufre todavía una gran discriminación y es víctima de la violencia, muchas veces en el ámbito del hogar.

Según los últimos datos difundidos por la Oficina Nacional de Registro de Delitos (NCRB), en el país asiático se cometieron 185.312 delitos en 2007 contra las mujeres y 75.930 fueron clasificados como "actos de crueldad de maridos y familiares".

Casi 50.000 de los delitos registrados fueron por acoso y agresión sexual.

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