Todo estaba preparado. Con gran ilusión, además, como suele ser habitual en estos casos. Dos personas se quieren y preparan su boda, lo que va a significar el renacer de su relación de amor y su compromiso de vida. Jesús y Elena iban a darse el sí quiero el próximo 18 de agosto en la iglesia de Santo Domingo, en El Perchel. Un momento único que se ha visto truncado por la decisión del Ayuntamiento de trasladar la zona de la juventud de la feria del Centro a la plaza de Fray Alonso de Santo Tomás, en la misma puerta del templo. A falta de escasos 24 días para la ceremonia, la pareja se veía sin iglesia. Y con las invitaciones ya cursadas.

Todo se vino abajo cuando conocieron por los medios de comunicación los cambios anunciados por el concejal Damián Caneda para la Feria de este año. «No nos podían casar en Santo Domingo», explica Jesús Girón. En esta iglesia recibe culto la Virgen de la Estrella, a la que el novio profesa una gran devoción, ya que es hermano de la cofradía desde pequeño. «Fíjese que mi novia es de Vélez-Málaga y normalmente son ellas las que eligen el sitio de la boda. Todo se programó para que fuera en Santo Domingo, precisamente por mi pertenencia a la cofradía», añade.

Sin actividad Pero el templo ha decidido suspender todos los cultos y oficios y cerrar sus puertas a cal y canto para evitar posibles incidentes en una zona condenada al botellón.

«Esto supone también un grave perjuicio para la parroquia, que se sostiene económicamente gracias a los donativos que recibe de las bodas», explica Francisco Bermúdez, sacristán de Santo Domingo.

En concreto, la iglesia ha tenido que renunciar a casar a dos parejas que iban a hacerlo durante esta Feria: una el sábado 11, un matrimonio que iba a celebrar sus bodas de plata, y la boda de Jesús y Elena, el 18. «En la iglesia les hemos propuesto retrasar hora y media la ceremonia, para empezar a las siete y media, cuando en teoría ya tiene que haber terminado las fiestas. Pero entendemos que sea difícil», añade Bermúdez.

Y es que la joven pareja, ambos profesores, no quieren arriesgarse. «Queremos agradecer las muestras de comprensión de todo el mundo. Nos han querido ayudar, pero ya se sabe lo que pasa con los jóvenes y la Feria y más en un lugar como éste, que prácticamente se va a convertir en un gueto. Además, se escucharía la música en el interior de la iglesia durante la ceremonia», indica Elena Quevedo, la novia, que lamenta no haber tenido más tiempo para poder organizarse mejor.

En este caso la pareja no se ha topado con la Iglesia, ya que aseguran que todos se han portado muy bien, sino con el Ayuntamiento. «Sabemos que somos una minoría frente a un colectivo. A nosotros también nos gusta la Feria y somos jóvenes, pero la verdad es que te sientes perdida y desprotegida», añade.

La primera acción fue acudir al Ayuntamiento en busca de una solución, después de que el propio Caneda se interesara a través de twitter por la situación de esta pareja esta misma semana. «Me encontré con el concejal de Cultura por casualidad, y le abordé. En principio parecía interesado por encontrar una solución», señala el novio. «Ya que no podíamos casarnos en Santo Domingo, pensamos en San Juan, que en realidad fue nuestra primera opción, ya que también soy cofrade de Lágrimas y Favores», explica Jesús.

Pero también hubo que descartarlo. «Después de pasarse la patata caliente desde las áreas de Cultura, Movilidad, Seguridad y la junta de distrito Centro, nos han dicho que no iban a darnos permiso para entrar con el coche en la calle Cisneros», explica el novio.

Mucho romero Así que finalmente se casarán en la Esperanza, que es lo último que se pierde. «Pensamos llenar todo de romero», destaca la pareja con humor. Allí, en vez de sonar Estrella del Perchel, sonará el Himno de la Coronación. Ahora los novios, después de confirmar el templo, están llamando a sus 150 invitados para notificarles los cambios. «Mis amigas no paran de decirme que si me hubiera casado en Vélez-Málaga esto no hubiera pasado», se ríe Elena, que es hermana de la cofradía de los Estudiantes de la capital de la Axarquía.

Al menos podrán casarse el 18 de agosto, festividad de Santa Elena, onomástica de la novia, y un día muy importante para la pareja. «Fue un día 18, pero de julio del año pasado, cuando Jesús me pidió matrimonio. Estábamos en Venecia, a bordo de una góndola. Nunca habíamos hablado de boda y en ese momento me enseñó un anillo. Fue muy romántico», recuerda Elena.