Si la noche del domingo José Coronado recogió con lágrimas y una tremenda emoción el Premio Málaga por su notable carrera cinematográfica, ayer se puso el traje de concursante y presentó la cinta del director catalán Jesús Monllaó Hijo de Caín, un thriller psicológico presentado ayer en la Sección Oficial del Festival de Málaga. Una cinta de género que arrancó ayer los primeros aplausos abiertos de la prensa en su pase matutino.

La cinta nos presenta a Nico, un adolescente de extraño carácter y una única obsesión: el ajedrez. Así, sus padres, Carlos y Coral, preocupados por el comportamiento de su primogénito, contratarán al psicólogo infantil Julio Beltrán y a través de la terapia y de la afición común al ajedrez se adentrará en el mundo del joven y en las relaciones de la familia; una vida que parece modélica pero que podría esconder secretos y muchas, muchísimas mentiras.

Basada en el libro de Ignacio García Valiño Querido Caín, la película quiere transmitir la idea de que «una sociedad profundamente enferma provoca mucha enfermedad». «Hay mucha gente, sobre todo adolescentes, que se enfrentan a un mundo que rechazan y ante esa tesitura hay comportamientos que pueden parecer abyectos y aberrantes, pero como adultos podemos estar plantando la semilla para que eso suceda», afirmó ayer Monllaó . Para el director, «una sociedad como esta requiere que prestemos mucha atención a nuestros niños y jóvenes», y «hay que seguir peleando para tener una sociedad lo más sana posible».

La psicología moderna «tiene una tendencia exagerada hacia la biologización de cualquier síndrome, pero a veces hay cosas que son inexplicables desde el punto de vista médico, y hay personas que no sienten empatía hacia los demás ni ningún dolor ante la desgracia ajena».

Antes del rodaje, su equipo le preparó una recopilación de películas sobre niños, pero finalmente no vio ninguna para acercarse «a la historia de manera limpia y sin contaminación». «Necesitaba una frescura que no me habría proporcionado ver veinticinco películas sobre niños malos», apuntó, que eligió a David Solans después de hacer pruebas a más de quinientos jóvenes.

Coronado destacó que Hijo de Caín presenta «grandes dosis de suspense, con personajes y situaciones creíbles, una historia que interesa hasta el final y que enseña el lado oscuro del ser humano». «Es una película tremendamente digna, que entretiene, hace reflexionar y plasma una realidad social», remató el actor.