Actores, gastronomía y visitas culturales

Escribe el actor Víctor Clavijo que «la felicidad era un espeto junto al mar». Y acompaña las palabras con una foto en la que demuestra que sabe dar buena cuenta del manjar. Fotos como éstas de nuestros actores en un chiringuito by the sea hay a puñados, como siempre -y, como siempre, debemos recordar que fue el insoslayable Miguel Ángel Muñoz, el dios de este festival, el inventor del subgénero-. Nosotros seguimos esperando a que la gente del cine, tan comprometida con la cultura, se haga selfies en el Pompidou, que para eso ya no somos una ciudad de sol y boquerones sino de museos. ¿No?

Risto: publicista de sí mismo

Este hombre es publicista 24x7. Horas antes de pisar la alfombra roja, tuiteó a modo de teaser: «A punto para una red carpet que dará mucho que hablar... #RistoInLove #Happy». Y consiguió su objetivo, porque toda la noche y parte del día posterior (lo cual es una proeza en estos tiempos de rapideces y fugacidades) se habló de cómo había presentado en sociedad a su nueva novia, la actriz Carla Nieto, y del beso que ambos se plantaron para que quedara claro lo que este hombre había venido a vender.

Entre las sábanas

Marita Alonso escribe esto para Vanitatis: «El cine bebe y ríe, pero no baila ni da grandes titulares. Los que haya han quedado escondidos entre las sábanas del hotel, pues a la mañana siguiente, alguien abandona el AC Málaga Palacio. Preguntamos a una de ellas, una chica despeinada en pleno walk of shame, si nos puede contar con qué actor ha tenido suerte. No puedo decir nada, dice con una risita nerviosa».

El tuit cañero del día

Uno de los más seguidos expertos en series de televisión, Alberto Rey (@Albertoenserie), escribió esto ayer mismo: «El festival de cine español de Málaga, o la autofelación definitiva de nuestra industria cinematográfica». Y eso que, suponemos, no habrá visto el final de Hablar...

¡Qué bonito es ver escenas de desnudos en familia!

El periodista de TVE José Fernández se maravillaba ayer de que en las sesiones con público del Festival de Málaga se puede ver a «padres con hijos y abuelos con nietos», prueba, asegura, «de la pasión que hay aquí por el cine». Prueba o no de eso, ni idea, pero lo que sí vi yo ayer es a un tierno infante de unos seis años entrando con su madre en el pase de Matar el tiempo, peli -por cierto, no recomendada para menores de 16 años- que sólo en sus dos primeros minutos muestra un buen puñado de pechos y algún que otro pubis. Me parece a mí que la madre tendría ayer trabajo extra para responder a todas las preguntas de su vástago.

El recambio de Mario Casas

Después de que Mario Casas haya aparecido con un look no muy del agrado de sus fans -el rapado al uno nunca gusta-, las acciones en el mercado de los ídolos de carpeteras suben para un nombre todavía no demasiado conocido pero que, seguro, lo va a petar: Rodrigo Guirao. Este señor vendrá a presentar la película de clausura, Sólo química, y me parece a mí que va a tener que salir corriendo ante las avalanchas femeninas. Buena suerte.

Planeta MAM

Mi obsesión por Miguel Ángel Muñoz es pública y notoria. Aunque he metido una referencia a él en esta pieza, no me resisto a seguir analizando su actualidad, que podría resumirse en este dato: en las últimas ocho horas ha tuiteado la palabra feliz dos veces. No me imagino cómo se pondrá si un día le dan una Biznaga...