La película parte como el relato de una vida, la de Clara Pueyo, pero poco a poco va abriendo el plano y dando cada vez más importancia al tiempo y al lugar, al contexto, hasta el punto de que El Gran Vuelo termina siendo muchas cosas, especialmente un ensayo sobre el papel de la mujer en los años 30 y 40.

Desde el principio la idea fue hacer un ensayo, con toda la dificultad que eso implica. La escritura del texto fue un proceso que duró mucho tiempo. Me interesaba contar la historia de Clara y del contexto que le tocó vivir, pero también quería hablar de las mujeres y de su representación en las películas familiares. De ahí que la imagen de archivo sea interrogada constantemente.

También es una obra de opuestos: la narración de la vida de Clara Pueyo contrasta duramente con algunas de las imágenes de los vencedores, de los que vivieron la cara amable de la época; los documentos de archivo contrastan con la banda sonora, muy experimental, moderna. ¿Por qué tanto contraste?

La mayoría (tampoco se puede generalizar) de las familias que tuvieron acceso a una cámara durante la República, la Guerra Civil y la posguerra pertenecían a la alta burguesía y en muchos casos sentían afinidad por la causa franquista. El contraste es brutal. Clara vivió una posguerra totalmente distinta a la de los vencedores y eso se refleja en las imágenes. Las imágenes no sólo contrastan. Me pareció esencial mostrar a las mujeres de la época. Darles presencia mediante el cuerpo. Y ahí las ves, bailando, riendo, posando para la cámara. No sé como explicarlo, es la vida misma, con toda la intensidad y la felicidad fugaz del momento que quedó registrado. También me pareció interesante leer estás imágenes: ¿Cómo eran filmadas? ¿Quiénes las filmaban? Generalmente los cámaras eran hombres y eso se ve en la mirada fragmentada. La mirada fragmenta el género y la clase social, de ahí por ejemplo que las criadas aparezcan sólo trabajando y en función de los niños y las niñas que cuidan.

¿Ha aprendido algo de Clara Pueyo, cree que responde a un arquetipo femenino vigente o necesario en la actualidad?

Me impresionó mucho todo lo que vivió Clara y sus compañeras siendo tan jóvenes. A menudo pienso que somos afortunadas, o tras veces, no y me gustaría que esa intensidad estuviera presente en la actualidad. Aunque tiene que ver con la época que les tocó vivir. Las mujeres militaban desde muy jóvenes, se organizaban, luchaban en contra el fascismo y resistían con una fuerza y un coraje acojonantes. En las cartas que se escribían entre ellas se aprecia esta fuerza, esta convicción, esta incondicionalidad hacia la causa y para y con el partido. Pero también se desvelan sus miedos, sus contradicciones de jóvenes, sus amores y en muchos casos su falta de experiencia. Todo esta contradicción, usando el término de Ana Longoni entre el mandato sacrificial y la vida privada me pareció apasionante.

Uno de los elementos más interesantes de El Gran Vuelo radica en el reflejo de cómo incluso en los momentos y sectores más revolucionarios, siempre se dejó a alguien atrás en el camino del cambio: la mujer. Y es curioso como ahora partidos como Podemos tienen a muy pocas mujeres en su primera fila. ¿Seguimos repitiendo errores?

La militancia se rige por códigos y valores masculinos y en ese sentido arrastramos una historia de muchos años. El contexto ha cambiado, pero no tanto como se puede pensar. Respecto a Podemos, si bien es cierto que en su cúpula hay algunas mujeres con un discurso y una convicción que hace tiempo no veía en los sectores más tradicionales de la política, la mayoría de sus líderes y candidatos son hombres.La política entendida como el ejercicio del poder (incluso cuando gobierna una presidenta o existe un gabinete en el que abundan las ministras) sigue siendo un mundo de hombres. Para que realmente las cosas cambiaran, habría que reinventarla.

¿Qué será lo siguiente para Carolina Astudillo?

En este momento estoy trabajando en varios proyectos, aunque algunos están demasiado en pañales. Del que sí puedo hablar en estos momentos es El descaro, un documental que se relaciona con el resurgimiento de los discursos de extrema derecha en Chile y en algunos países europeos. Hace un tiempo me infiltré, por llamarlo de alguna manera, en un homenaje que se le realizó a Pinochet y aunque no terminé muy bien, me acerqué al otro lado, por así decirlo.

@KarennWallace