Es sabido por todos, incluso los más ajenos a este mundillo que es la moda, que los actores y actrices españoles no saben dar en la diana cuando acuden a sus citas con los estrenos de las películas, tal y como es el Festival de Cine de Málaga. Parece que, de entre todas las opciones que las firmas ponen a su disposición para estos eventos, eligen adrede la más hippy y laque peor les sienta.

Pero luego llegan los Goya, por ejemplo, y renacen de sus cenizas cual ave Fénix, sacando sus maravillosas alas y dejando a todos boquiabiertos. En la ceremonia de las ceremonias, ellos lo tienen muy fácil. Ellas, como Goya Toledo, Paula Echevarría y Penélope Cruz entre otras, rara vez patinan sobre la alfombra. Otras, como Macarena Gómez, siempre aportan ese toque carnavalero a los encuentros, siendo una de las grandes representantes de lo que es en realidad el cine español en cuanto a moda.

Seamos sinceros. Centrémonos en las actrices, ya que como hemos dicho antes, los chicos lo tienen un poquito más fácil. Será porque no tienen detrás a gente que las aconseje bien o que, mirando la otra cara de la moneda, no les hacen caso, prefieren seguir su instinto, su estilo e ir cómodas, pareciendo no importarles llenar las páginas de las peores vestidas de todas las revistas. Por no hablar de cuando traspasan las fronteras de nuestro país y parece que se les pega algo del glamour hollywoodiense, dando la impresión de que dejan lo peor para los eventos españoles.

Sea por lo que sea, hay más errores que aciertos en nuestro cine español, y el glamour deja mucho que desear en las citas importantes de nuestro país.

Tras tres años acudiendo a la alfombra roja de nuestro festival de cine he de decir que parece que las actrices han encontrado un término medio en cuanto a sus outfits de gala. Un buen término medio en el que, tras cuatro noches de alfombra roja de esta edición, nadie ha brillado con luz propia ni ha metido la pata exageradamente.

Las actrices se han movido durante estos días en un equilibrio pasmoso y que ha sorprendido a todos los expertos en moda allí presentes.

Muy pocos han sido los asesinatos al diseño que hemos podido ver en estas primeras jornadas. Eso sí, el caso de Mariola Fuentes es la fiel representación del glamour del cine español. Cuatro noches, cuatro looks imposibles. María León, siempre desenfadada, se pasó de informal en sus dos apariciones, tanto en la elección del peinado como la del vestido.

Por otro lado, ellos sí que han dado la sorpresa, eligiendo trajes alejados del típico negro y arriesgando en colores y estampados.

Veamos si esta buena línea sigue trazándose durante las noches restantes y podemos decir, por fin, que el cine español sí es glamuroso.