El camino más largo para volver a casa es una de las apuestas de una nueva sección, ZonaZine Focus. Una arriesgada película sobre la pérdida y el duelo realizada desde la más absoluta independencia

¿Cómo surge este proyecto?

El proyecto surge de la necesidad de explicar una emoción personal, de explicar algo importante para mí: la pérdida. A partir de ahí construyo una historia basada en uno de los temas más universales que hay: volver a casa; la casa como refugio. El viaje tenía que ser trivial desde el conflicto externo, pero desde el interno tenía que ser complejo, denso, importante, visceral. Retratar ese espacio entre asumir y, tal vez, aceptar esa noticia, donde el personaje camina por lugares con reglas establecidas pero que él no comprende.

El duelo no resuelto lleva al protagonista de su película, Joel, a una vida alejada del mundo que le vuelve un personaje hosco, cruel, difícil de comprender. ¿Por qué abordar la historia con un personaje con el que resulta tan difícil empatizar?

El arco de crecimiento del personaje cierra ese duelo muy bien en la secuencia del veterinario: su arco viaja por lugares que le devuelven a su refugio con la sensación de haber crecido. Se justifica la dureza y la opacidad del personaje porque lo que está viviendo es terrible. Quería dejarme llevar por un personaje tan errático, y para el espectador vivir esa experiencia: dejarse llevar por las imágenes y las acciones, y que se las tome como un reto. Forzar su malestar e incomodidad como estímulo. Nada de indulgencia, nada de autocomplacencia

El perro como objeto en que alojar las frustraciones y la tristeza es un recurso un poco arriesgado, sobre todo cuando el personaje de Joel, insisto, no genera precisamente la empatía que permita entender el porqué de sus actos...

Claro que soy consciente de que se puede hablar de crueldad animal, no soy insensible a lo que hace el personaje. Hemos meditado todas nuestras acciones. Me gusta entender el cine como un campo de investigación, no sólo como un campo de evasión (que también, cuidado). Quería hablar sobre la pérdida, yo entiendo el cine como una exploración de temas personales, de ahí el significado real y etimológico del cine de autor, la autobiografía es algo que siempre me ha definido, por eso la indulgencia con uno mismo puede ser artificial. La película hace comprensible el maltrato si entiendes el dolor, pero también lo condena.

La producción de filme ha sido complicada.

El presupuesto ha sido limitado, muy limitado: invertimos nuestros ahorros e hicimos un Verkami para poder pagar los gastos en efectivo, casi 60.000 euros, y el equipo al completo ha invertido hasta casi 200.000 euros con su trabajo.

¿Hay una industria real del cine en nuestro país o necesariamente tiene que pasar por lo público, por la subvención?

Hay industria real en el cine español, claro que sí, aunque precaria para algunos. Tal vez nos cueste más a los que proponemos historias que se salen de lo establecido, en nuestro caso la opacidad (para mí necesaria dramáticamente) del personaje no nos iba muy a favor.