­¿La evolución de Ajoblanco es la evolución de España, de la ilusión por cambiar las cosas de una manera más radical a una visión más establecida, más desde dentro del sistema?

Al plantearme el documental me di cuanta de que hablando de Ajoblanco podía hacer un retrato de la evolución de la sociedad española desde la muerte de Franco, pasando por la Transición hasta el desencanto actual por la crisis económica y de modelo de democracia que estamos viviendo en la actualidad. Ajoblanco fue le único medio con presencia en los kioskos que alertó en el 78, con su Informe Constitución, de todos las carencias que ésta encerraba tal y como se planteaba: falta de democracia directa, listas cerradas, poca representatividad del pueblo...

A la hora de recuperar la historia de Ajoblanco, ¿se ha hecho con nostalgia o se ha intentado aportar una visión objetiva?

Se ha hecho sin nostalgia, intentando transmitir esa energía que hubo en esos años de vacío de poder durante la primera transición, pero el documental es totalmente subjetivo. Su título, Ajoblanco crónica en rojo y negro, ya es una declaración de intenciones. Me interesaba dar voz al sector libertario que ha sido radicalmente ignorado y vilipendiado. Habrá gente como comunistas, socialistas, nacionalistas o franquistas que encontrarán a faltar su réplica, pero creo que su versión de los hechos ya ha sido sobradamente difundida en sus medios de comunicación afines...

¿Ajoblanco ha sido una excusa para contraponer los movimientos libertarios de los 70 y 80 con los actuales, los surgidos a partir del 15-M?

Totalmente. Al final del documental sacamos el rotulador y resaltamos los paralelismos entre la transición y el momento actual. Mi opinión es que después de las elecciones, el panorama quedará tan fragmentado que la sociedad saldrá a la calle a exigir que se la escuche de una vez...

Muchas veces se cae en la mitificación de tiempos pasados y rebeldías también pretéritas, ¿era consciente de ese peligro en este documental?

Sí, existe el riesgo de mitificar el periodo de la primera transición, pero, aunque audaces, gente como Ajoblanco y otros, se encontraron en el lugar oportuno y con la edad oportuna. Había muchas ganas de libertad acumuladas y un gran vacío de poder. Por ello se pudieron hacer tantas cosas interesantes, pero el mérito fue compartido, de ellos y de las circunstancias.

Sería posible que surgiera algo como Ajoblanco hoy?

Hoy en día las redes sociales permiten fenómenos como Ajoblanco, esa irreverencia hacia el poder... Aunque la verdad es que estamos bastante más desorganizados...

¿Cómo trataría Ajoblanco a movimientos como Podemos y esa nueva política de la que tanto se habla ahora? ¿Cree que sería condescendiente, la apoyaría o la castigaría sin piedad?

La gente de Ajo está muy ilusionada con lo que está pasando con gente como Podemos, ve en ellos sus herederos naturales. Otra cosa es que vean que puedan llegar a buen puerto. Ellos creyeron que podían cambiar el país y se pegaron un batacazo considerable del que no se han recuperado al topar con la real politik.

@KarennWallace