No era ningún secreto. Todo lo contrario. Se trata de un proyecto que ocupa un importante lugar en la mesa del director del Festival de Málaga Cine Español, Juan Antonio Vigar, desde el mismo día en el que aceptó capitanear la cita cinematográfica malagueña, a finales de 2012. Durante estos años, Vigar no ha ocultado su intención de abrir el campo de acción del certamen al mundo hispanohablante. Y en numerosas entrevistas se ha referido a la idoneidad de convertir el festival de cine español en una cita de "cine en español". Hecho que ocurrirá el próximo año, a la vez que el Festival malagueño sopla las velas de su vigésimo aniversario.

De este modo, el certamen pasará a denominarse Festival de Málaga Cine en Español, una medida que gráficamente sólo supone añadir la preposición en pero que conlleva un importante cambio en la manera de articular sus distintas secciones, sobre todo la oficial a concurso, ya que así podrán optar por la Biznaga de Oro películas de una veintena de países latinoamericanos sin necesidad de ser obligatoriamente una producción o coproducción española, tal y como está estipulado en las actuales bases. Con el cambio de nomenclatura, las opciones para la competición se multiplican, puesto que la normativa establece que los filmes se consideran como nacionales en los países coproductores. De este modo, una cinta norteamericana en coproducción con México, como era por ejemplo Babel, largometraje dirigido por Alejandro González Iñárritu -que participaba como productor mexicano-, con Brad Pitt y Cate Blanchett como protagonistas y que fue candidata al Oscar a mejor filme, tendría el pasaporte en regla para entrar en el concurso malagueño.

El cambio imprimirá sin duda un mayor carácter internacional al Festival de Málaga, que igualmente multiplicará su visibilidad y su impronta mediática. Juan Antonio Vigar reconoce que no ha encontrado "mejor momento" que el vigésimo aniversario del certamen para dar el primer paso hacia este salto cualitativo.

Preguntado por la competencia que la apertura de Málaga al cine latino podrá suponer para el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, Vigar sostiene que la "convivencia de ambos es más que posible" sin que uno y otro entren en conflicto.

"El de Huelva es un certamen de otoño [se celebra en noviembre] y el nuestro es de primavera -marzo-abril-. Sólo por esta distancia en el tiempo no se puede pensar en que surjan confictos de intereses en la selección de películas". Pero el máximo responsable del Festival de Málaga cree, además, que al poseer intereses comunes, ambos certámenes saldrán beneficiados a la hora de crear sinergias.

En los últimos años, la cita malagueña ha demostrado su alta capacidad de convocatoria en lo que respecta a producciones latinas. Para la presente decimonovena edición, a la que se han presentado un total de 1.785 películas para las distintas secciones, nada menos que 179 proceden de países latinoamericanos.