¿Cómo llegas a conocer a Stephanía y en qué momento viste/sentiste que su historia debería ser contada?

La conocí cuando realicé mi primer trabajo, un mediometraje que se titula 'Yo, la más tremendo' en 1993, dónde Stephanía fue una de las tantas protagonistas. Se puede decir que desde allí, manejé la posibilidad de desarrollar su historia, de ampliarla, dado que una historia impresionante y singular.

En 'El hombre nuevo' precisamente se rescatan clips de este trabajo. Y comentas que este proyecto lo quisiste levantar entonces pero que por dificultades de financiación ha tenido que esperar pero que el tiempo, el reposo, le ha venido bien, porque no habrías podido abordar esta historia en toda su complejidad. ¿En qué has cambiado tú, o como te ha cambiado de alguna manera conocer a Stephania, para poder hacer esta película?

He cambiado, claro, pero creo que el tiempo ayudó a consolidar más centradamente mi mirada; es decir, ya tener claro que contar y cómo hacerlo. Por supuesto que hay dudas, pero éstas surgen desde un recorte especifico. Filmo poco, lo necesario, no filmo cosas por la dudas de si me llega a servir. Y tener una mirada más clara ayuda a conectarte mejor con la persona a la que vas a retratar. También se puede resumir que la experiencia y el oficio ayudan.

La transexualidad y el travestismo suelen ser abordados desde la sordidez o desde lo kitsch. Tu perspectiva es más naturalista, más íntima y humana. ¿Fue ésa la intención desde el principio?

No encare este relato desde la perspectiva de estar retratando a una travesti; no puedo desconocer un punto medular en la identidad de la protagonista, pero no hago un regodeo exibicionista sobre eso, ni subrayando ni generando un mundo iconográfico trans. Para mí es una persona, con su vida.

La historia de Stephanía es una sucesión de tragedias increíbles; sin embargo, ella tiene un increíble poder de aceptación, como si pudiera trascender todo lo terrible. ¿Qué es lo que más admiras de ella?

Su resiliencia, su capacidad de resistir, sin duda.

En otros países, Stephanía sería un símbolo de lucha, un ejemplo a seguir, un icono. ¿Qué significa ella en Uruguay y Nicaragua? ¿Sigue viviendo en la calle?

Claramente a nivel oficial o masivo no es un símbolo en Uruguay, quizás sí lo sea en la consideración de algunos espectadores que quedaron prendados por su épica, y no solo en Uruguay sino en los más de 40 festivales por los que ha transitado la película. Y en Nicaragua no se ha exhibido aún. Ahora ella no vive en la calle pero su situación de deja de ser de mucha vulnerabilidad.

Dices que con 'El hombre nuevo' quieres provocar discusiones, abrir debates. Hay muchos temas y líneas de reflexión en tu película: la sexualidad, la familia, la cultura, la identidad... ¿A qué conclusiones te gustaría que llegara el espectador?

Cierto, me gustaría que está película generara debates de lo que somos como cuerpo social, pero también me parece válido que cada espectador llegue o saque las conclusiones que quiera. Siempre que motive a pensar y movernos de nuestra zona de confort creo que es positivo.