Territorio Latinoamericano ofrece hoy Mamá, una historia sencilla que busca conmover pero sin golpes bajos y sentimentalistas.

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¿Es su película una reivindicación de la necesidad de la mirada inocente, de una vida más pura?

En un sentido familiar puede ser. La película busca transmitir que el bienestar familiar es necesario para poder sobrellevar reveses de la vida que no esperamos. Ese concepto que utilizas de una mirada inocente y una vida más pura, puedo tomarlo como una actitud acorde para lograr el equilibrio emocional. En ese mismo sentido, el perdón, la reconciliación a tiempo y la humildad son acciones y sentimientos que van a aportar muchísimo en esa búsqueda de la armonía del ser.

El campo y la vida rural actúan casi metafóricamente en la película. ¿Simbolizan una especie de último refugio para el ser humano?

Es más una metáfora de la soledad y distanciamiento que experimenta el personaje de Victoria. Ella vive una vida aparentemente tranquila y alegre, pero ese campo y esa casa sola reflejan lo incompleta que está ella por dentro. Asimismo, el campo le da al personaje una apariencia de rudeza y autosuficiencia que a medida que se desarrolla la historia entendemos que no es más que una coraza o un escondite. Por otra parte, de algún modo romántico sí considero que el campo constituye un lugar ideal para vivir: tiene la capacidad de proveerte todo lo que necesitas, y ofrece beneficios para el desarrollo de un niño, que difícilmente se encuentran en la ciudad.

Muchas de las cosas importantes de Mamá suceden en off, no aparecen realmente en la película. ¿Tenías presente evitar el sentimentalismo?

Siempre fue la consigna evitar el sentimentalismo exagerado, la cinta tenía el riesgo permanente de volverse una pastelosa versión de una historia de Corín Tellado, así que desde la dirección de actores y en general, para lograr el tono de la película siempre todo se manejó muy natural y cotidiano. La historia de Mamá es realmente muy sencilla, y fue de hecho muy interesante descubrir la cantidad de cosas que contienen las historias simples. Volviendo a la pregunta, la película se plantea como un recorrido emocional que busca más conmover que cuestionar; tiene un componente dramático que toca las fibras, pero no profundiza en el sufrimiento ni el desasosiego.

¿Cómo es hacer cine en Colombia? Es una filmografía poco conocida aquí y los filmes que se pasan muchos tienen que ver con asuntos relacionados con el narcotráficos, la guerrilla y similares.

Es muy importante su pregunta... Para nosotros Mamá es una apuesta arriesgada en el sentido de que el cine colombiano dista mucho de este tipo de película. Hacer cine en Colombia es complicado, como lo es en cualquier parte del mundo. En Colombia existe una ley de cine que apoya a los realizadores de una manera muy generosa, pero la demanda supera excesivamente la oferta. Este proyecto, que además es absolutamente independiente, busca sobresalir por su modelo de creación y producción. Fue hecho en un espacio de tiempo muy reducido y bajo un cronograma muy estricto. El equipo fue pequeño y el despliegue logístico y técnico también. Pero la necesidad de hacer esta película era tan grande que iba a superar cualquier obstáculo económico que se le presentara.

[Mamá se proyecta hoy en el Cine Albéniz en dos pases: 19.45 y 23.15 horas]