Algo está cambiando en el Festival de Málaga cuando le han dado dos premios gordos a una película entre el patetismo y el humor sobre un psicópata digno más de lástima que de venganza. Como mucho, uno podría esperar que 'Callback', de Carles Torras, se hubiera llevado una Mención Especial del Jurado, ese galardón de consolación con que los jurados suelen duchar sus conciencias, pero no, Biznaga de Oro y Mejor Actor (Martín Bacigalupo: chileno y desconocido aquí) para un filme cuya exhibición en EEUU ya está medio apalabrada pero que aquí, cómo no, no tiene ni siquiera planes de distribución. Ojalá le sirvan los premios porque es un filme anómalo en nuestra cinematografía que, con sus imperfecciones y previsibilidades, merece bastante la pena.

Qué bien cuando un jurado se sale del guión que les habíamos impuesto todos, ¿verdad? Porque cuando terminó el pase de 'La próxima piel' los expertos y aficionados, más o menos conmocionados por la película, ya distribuían mentalmente sus Biznagas para el filme de Isaki Lacuesta e Isa Campo. Al final, es el ganador moral, con una Mención Especial del Jurado, Mejor Dirección, Mejor Actriz -Emma Suárez: para mí, inexplicable- y el Premio de la Crítica, pero los exégetas del autor se sienten 'robados' por el árbitro. Quizás 'su' película no fuera, al fin y al cabo, tan buena; quizás el jurado se haya equivocado, que por eso le llaman 'fallo'. Yo sigo pensando lo mismo: 'La próxima piel' es una película de Gracia Querejeta con ínfulas.

Lo realmente llamativo es la ausencia absoluta de 'El rey tuerto' del palmarés: no había en la Sección Oficial propuestas bien construidas y ejecutadas como para permitirse el lujo de obviar al magnífico y magnético reparto del filme de Marc Crehuet. Esperemos que, al menos, las estupendas críticas cosechadas por la película sean un aval para sus posters.

Como también espero que los tres galardones recibidos por 'El perdido' (Mejor Actor, Mejor Director y Mejor Película) hagan girar las cabezas del público más avezado y curioso hasta esta formidable película, la primera de no ficción del documentalista francés afincado en Cataluña Christophe Farnarier. Una labor de amor y de obsesión -5 años en total de producción-para mostrarnos la verdad de nosotros mismos de otra manera. Porque de eso tratan los festivales, ¿no? De descubrirnos cosas, talentos y películas. Un aplauso a los jurados, por favor. Menos al de Territorio Latinoamericano que, lamentablemente, no ha estado muy fino premiando obviedades como 'Hijos nuestros' y 'Campo grande'.