Cuando se cumplen cuarenta años del comienzo de la dictadura argentina, la película "Kóblic", con Ricardo Darín e Inma Cuesta, se sitúa en ese periodo con una estructura de "western criollo", según su director, Sebastián Borensztein, que la ha presentado hoy en el Festival de Málaga.

Darín es un comandante de la Armada argentina que debe pilotar un vuelo de la muerte y, atormentado por la suerte de los prisioneros de la dictadura, toma una decisión que le obliga a huir a un pequeño pueblo de la Pampa donde la ley es dictada por un corrupto comisario (Oscar Martínez) y donde conocerá a Nancy (Inma Cuesta).

Esta coproducción hispano-argentina "no es una película testimonial, pero era interesante utilizar como contexto algo histórico para crear una ficción", según Borensztein.

"Kóblic es un personaje de ficción. Sabemos muy poco de esos vuelos, hay un pacto de silencio alrededor y no hay información oficial, pero fueron tantos vuelos que existe la posibilidad de que hubiera un desertor, un apóstata o renegado", ha añadido.

No pretendía "reivindicar" con la película, sino "en todo caso mostrar lo que se sabe que existió", ha señalado Borensztein, que ha apuntado que "es tan indigerible que haya habido estos vuelos que hay quien llega a creer que es un mito urbano y en realidad no existieron, porque el silencio perdura hasta hoy"

El paisaje forma parte de la historia, en este caso "de un hombre encerrado en una inmensidad abierta, y su encierro interior contrasta con la inmensidad de la Pampa".

Coincide con el "western" en la estructura "de un forastero que, escondiendo su pasado, se encuentra en un pueblo sin ley, o donde la ley es un hombre muy corrupto"

Después de elegir al trío protagonista, Borensztein quería que los demás personajes fueran para actores "totalmente desconocidos también en Argentina", y por ello buscó a intérpretes "del interior del país, que se sintieran del lugar".

"Trabajar con grandes actores es fácil, porque saben lo que tienen que hacer, y es mucho más difícil trabajar con los actores secundarios, que te pueden arruinar la película aunque el protagonista esté increíble. Hay que hacer un trabajo de apuntalamiento para que no se amedrenten ante los monstruos", ha explicado el director argentino.

Para Inma Cuesta, el principal reto y dificultad de su personaje fue el acento y "conseguir que fuera creíble como chica argentina del interior".

"Estar en la zona de confort no es positivo para un artista ni te ayuda a crecer. Esto era un reto y quiero volver", ha resaltado Inma Cuesta, que para elegir los proyectos en los que se embarca se deja llevar "por las cosas que están ocurriendo y por la intuición".