El Festival en Español va cogiendo nuevas sonoridades, nuevos vientos ultramarinos que se arremolinan desde el Atántico austral y traen un humito de asado que rebaja la melancolía de lo extraño en El Farolito o La Esperanza de los Ascurra, dos de las subsedes culinarias de lo argentino en pleno centro malagueño. También hay cine para los estómagos ahí. La sardina en espetos ya no es la única deseada en este certamen que toma sabor a cumbia y ayer mismo se bañaba en el Malecón con los poemas silenciados de 'Nadie'. La cámara también se fija en la mesa como ayer sucedió en las tripas del Gastroweekend, un certamen dentro de otro.

Las terrazas estaban llenas de sol ayer a la hora en que se pregona el pescaíto en un Pedregalejo, sin Lirio y sin Caleño, amenazado por la globalización turística que no cultural. El espeto Patrimonio de la Humanidad que pregonaría José María 'de Lomo'. Siempre es bueno impregnarse de otras recetas hasta el mantel y bien que ahora toca ponerse de arepas y arroz con congrí en estos días de latinidad cinéfila. Y ayer fue un día especial, se institucionalizó de forma oficiosa el asado como menú oficial del nuevo Festival de Málaga. Cine en Español.

Lo hizo con todos los honores tras las proyección de la humeante 'Todo sobre el asado', el último artefacto de los realizadores argentinos Mariano Cohn y Marcel Duprat que nos pusieron a todos a salivar y a reír. Lo de esta dupla es la enésima demostración del puente aéreo que nunca a va a decaer entre Málaga y Buenos Aires. Si Campanella marcó una época ellos son los siguientes en mantener la gran bandera del cine argentino en todo lo alto. El albiceleste es el cine más familiar de este certamen junto al catalán que cobra entidad de país por la gran diferencia de calidad y cantidad con respecto al resto de producciones españolas.

Pero lo que venía a contarles es que ayer se proyectó esta película, un extraordinario y chisporroteando fresco sobre la cultura del asado en Argentina. Y se hizo con una copa de vino y una degustación de «carne» como los gauchos diferencian a la madre vaca de todos los demás restos de seres vivos dignos de ser engullidos. «La vaca es el mejor amigo del hombre», llega a decir uno de los entrevistados. El documental con ingredientes de ficción es una genialidad de nuevo en manos de Duprat/Cohn que dibujan un fresco a veces sentimental, a veces grotesco, a veces surrealista del interior de un país abierto en canal. Eso sí, la película no es apta para veganos.

La gracia reside en que esta cinta estrenada en España en el pasado festival de San Sebastián guarda las esencias ácidas de' El hombre de al lado' y muchas de las argentinadas de interior de la exitosa 'El ciudadano ilustre'. Uno en cambio asistió pensando en ver algo parecido a El asadito, de Gustavo Postiglione y en vez de un trabajo de autor se encontró con una obra maestra en la combinación de realidad kitsch, ternura, humor con el relato del Negro Álvarez, e invitación a conocer un ritual que en Argentina es religión. ¿No sería mala idea copiar el aire para hacer algo sobre el jamón o la paella?

Mesa y mantel

Con esta sabrosona propuesta de mediodía uno se acordó de cuanta mesa y mantel habrán compartido los directores del Festival de Málaga con ilustres del cine gaucho, ya en su veinte edición. Cuantas veces en el Mariano o en La Reserva habrán preguntado por bife de chorizo sin suerte. Y eso que Argentina también se come en Málaga, nos hemos comido y bebido a Luppi, a los Alterio, a Eduardo Blanco. Ayer mismo Sbaraglia y Darín eran protagonistas por diferentes razones. Es el puente aereo de mesa y mantel más frecuentado. El que más buscamos repetir por la calidad de los platos que nos ofrecen cada vez que se ponen sobre la gran pantalla del Cervantes.

En Todo sobre el asado no sale aquel restaurante de El Hijo de la Novia pero salen los humildes y pueblerinos salones parrilleros entrerrianos, el certamen de Viale donde se asan cien vacas cada año, se cuenta la historia del asado de tira en Campana que quiso ser Capital Mundial de esta modalidad, la mezcla con la música folclor, la ciencia del asador Tuca Espinoza que los hace para presidentes, la creación de una universidad para parrilleros, la arquitectura alquímica del soporte en forma de chimenea, la hilarante manera en que un artista contemporáneo usa el asado como elemento de sus performance o las consecuencias médicas o de halitosis que crea a sus canibalescos consumidores. En fin, vayamos cambiando algo la dieta en español.

@francismarmol79