En tan solo unos minutos la infancia se puede convertir en una pesadilla de la que no se puede salir de ella. La obra de Roberto Suárez y Germán Tejeira se conduce entre dos caminos: uno rocoso, con alteraciones en el diseño de la obra, construcción de planos y diversos trucos narrativos. Y el otro es un camino poético y ligado a los sucesos cotidianos sin dejar de ser filmado de menara experimental que termina de dar forma una obra cosida de pesadillas y oscuros deseos.

Roberto Suárez es actor, dramaturgo y director de teatro y consiguió que su obra se estrenara siete años después. La película más experimental del Festival se titula Ojos de madera una obra de corte artístico rodada en 2010. Este cuento infantil de terror busca un público indefinido, un escueto ejemplo de la grandeza de lo audiovisual y la importancia de conocer sus mecanismos a favor de obra, eso es Ojos de madera.

La película es un cuento de Tim Burton con atmósferas lynchianas donde falta a borbotones el miedo del principiante dando paso a un metraje con valor intrínseco . Un ejemplo del cine más necesario. Experimentos y pesadillas a la par. Una auténtica rareza en una Sección Oficial que acostumbra a ofrecernos películas de otro tono y maneras.