Fernando Colomo, perro viejo, sabe dónde encontrar historias perfectamente ajustables a lo suyo (esa visión inofensivamente granujilla de la vida) y estupendamente vendibles en un pitch con productores y distribuidores (vamos, que rastrea con cierta sagacidad las risas potenciales en historias pegadas al hoy en día).

Lo malo es que la jugada no le sale bien demasiadas veces y, en bastantes ocasiones, nos ha ofrecido películas que se van olvidando mientras se ven, que desperdician esas anécdotas, esos puntos de partida tan jugosos que ha sabido encontrar ('La banda Picasso') o caen directamente en lo descacharrante ('Al sur de Granada'). Yo, eso sí, le reconozco siempre, al menos, la tenacidad en mantener su mirada fresca, a veces aparentemente despreocupada e informal y la importancia que siempre concede a los paisajes de sus relatos (este hombre ha rodado sus películas en Londres, Nueva York, París, Madrid), que suele incorporar más como propios personajes que como decorados o telones.

'Antes de la quema' me parece de lo mejor que ha filmado Colomo en bastante tiempo. A ver, la película es lo que es y me parece impropio que un festival la programe dentro de su Sección Oficial a Concurso, pero aquí el realizador madrileño ha sabido ceñirse a lo que sabe que funciona y su tono se ajusta a la perfección con esa esencia gaditana que busca capturar pero sin radiografías absurdas.

Le ayudan mucho, decisivamente unos actores como Salva Reina, Maggie Civantos y Joaquín Núñez, que componen con carisma y empatía sus tipos, y un guión de ésos de oficio, que busca claramente la carcajada sin bajarse demasiado los pantalones y que no se despeña en la difícil empresa de hacer dialogar la comedia y el thriller (eso sí, la escena de acción del final está lamentablemente ejecutada).