La serie de TVE Cuéntame cómo pasó presentó ayer en el Festival de Cine en Español de Málaga su vigésima temporada y uno de sus protagonistas, Imanol Arias, promete que seguirán «corriendo riesgos, sin dejar tranquilo al espectador y siendo sinceros con los personajes». «Hay que ser fieles a los personajes, no caer en contemplaciones e intentar devolver el esfuerzo de la cadena pública con mucho trabajo», subrayó Arias tras la presentación en la sección fuera de concurso Málaga Premiere (que estos días ha sido el marco en que se han presentado otras series como Instinto, el thriller erótico de Mario Casas, y la segunda temporada de Gigantes, el noir de Enrique UrbizuGigantes noir). Añadió que, después de tantos años, la construcción de cada personaje llega a ser tan «meticulosa» que, si se incorpora un nuevo guionista y le propone una frase que no le parece creíble, puede llegar a decirle: «Ése no es Antonio Alcántara», el personaje al que interpreta. «Tenemos una posesión de los personajes que hace que no estemos cómodos con ellos», resaltó el actor, que asegura que les «va el riesgo», porque trabajan «en una cadena pública y todo el mundo opina sobre esto».

Otra de las protagonistas, Ana Duato, apunta que siguen teniendo «mucha ilusión», pero «el reto es cada vez mayor», y el «motor» que les mueve a todos los miembros del equipo es «hacerlo cada día mejor»: «Me siento una privilegiada después de tantos años por seguir en la piel de un personaje como Mercedes, que se transforma y cambia de piel en cada temporada, y en ésta más», ha resaltado.

Según Duato, Mercedes emprende «un viaje muy personal, íntimo, transformador y sorprendente, que puede crear mucho debate», y «representa a las mujeres fuertes, inteligentes, luchadoras, pioneras y transformadoras», en una temporada «muy emocional para los personajes».

La intérprete considera que la «clave» de la serie es «la reflexión sobre de dónde venimos y dónde estamos» y que el hecho de poder sentarse en familia o con amigos «es una de las grandes virtudes que tiene la serie».

Por su parte, el guionista Joaquín Oristrell cree que en realidad «no es una serie de televisión, sino veinte películas por temporada», siempre con la pretensión de que «no haya capítulos valle, que no haya paja y que siempre haya tensión». «Hacemos cada temporada como si fuera la última, y siempre termina lo que queríamos contar en esa temporada, porque es lo más honesto con el público y la idea es cerrar la temporada y no dejar a la gente en suspense», concluyó Oristrell.