Hoy [por ayer] es el Día Internacional de la Felicidad. Hay un dicho que dice que no se debería tratar de volver donde se fue feliz. ¿Cree que se la está jugando al volver al Festival de Málaga?

Ostras, es verdad. Pues sí, me la estoy jugando un poquito, ¿no? Pero bueno, soy un hedonista y no tengo problema en volver a un sitio donde me tratan tan bien y donde la gente es tan maravillosa. Málaga es responsable, junto a Austin, de mucho de lo que me ha pasado en estos años y que ha marcado un cambio en mi carrera.

En principio, la película iba a llevar por título La gente se muere

Pienso mucho en este tema y sí que hay algo de eso. A veces queremos apartar la muerte y no pensar en ella. Hacer una película de alguien que nace es en el fondo también sobre darle la vida a una persona que igualmente va a morir. «La gente se muere» es una frase hecha en catalán. Creo que de esa manera se le quita importancia y aprendes a vivir con ello.

David Verdaguer asegura que debería retirarse. Que no va a poder superar esta película.

A veces tengo la sensación de que la película es más buena que yo como director, en el sentido de que he tenido mucha suerte. Hay un punto en el cine que tiene que ver mucho con la suerte. Obviamente tienes que tener un criterio, una mirada... Pero a veces no das con las cosas adecuadas. Hay un punto muy azaroso y tengo la sensación de que en esta película en cada momento del proceso hemos ido encontrado las cosas. Y eso te da un subidón. Para mí hacer películas es como una droga, como la heroína. Y sí que a veces tengo la sensación de que, entre comillas, no voy a hacer nada mejor. Luego también pienso que lo que he hecho son tres películas de aprendizaje, que acabo de empezar en esto.

Su trabajo con los actores es especialmente visible en sus películas. ¿Sufre mucho con ellos?

Sí, es verdad que acabas muy conectados con ellos. Incluso en los ensayos, en los que chupas mucha energía. Intento evitar estar mucho en el combo para estar enfrente de los actores y ver dónde están, por qué momento están pasando. Necesito sentir eso. E inevitablemente algo te afecta.

¿Le hubiera gustado ser actor?

No lo sé. Les tengo mucho respeto y cariño, pero hay algo muy hermoso para mí en estar en el otro lado. Podría actuar, pero creo que me gusta mucho más dirigir.

Lamenta que se haya perdido el oficio del cine, aunque lo cierto es que gracias a las escuelas se ha profesionalizado mucho.

Se ha profesionalizado, sí, pero antes había algo en el oficio que te permitía ir descubriendo tu propio lenguaje. En la escuela te enseñan cómo se hacen las películas y es para todo el mundo igual. Antes, cuando tenías que ponerte a trabajar, pues tenías a tu mentor y tal, pero tenías que descubrir tu propio camino. Hoy no tenemos ese lujo, y por eso quiero pensar en estas películas como trabajos de aprendizaje. Y por eso supongo que en ellas he tratado temas cercanos, por empezar a hablar de lo que tenía alrededor antes de hacerlo de cosas más lejanas.

Dice que hacer esta película ha sido un constante work in progress

Hombre, la comodidad es mayor cuando tienes un guión, pero el placer que experimentas cuando superas la angustia de si eso que estás haciendo va a funcionar es mayor.

¿Cree que Netflix podría acabar con las salas?

Yo soy de ir al cine. Y me gustaría que hubiera un Netflix de salas y que por diez euros pudieras ir al cine todas las veces que quieras. No me gusta ver películas en casa, me parece una pena. Ver Roma en tu casa me parece un asesinato. Porque lo más brutal de esa película es el trabajo que hace con el sonido. Y si has visto Roma en Netflix te has perdido la mitad. Por lo cual, para mí no tiene ningún sentido. Me parece muy bueno que plataformas así colaboren, pero a la vez me gustaría que se mantuviesen los cines, aunque cada vez acabará siendo algo más minoritario.

Por otro lado hay quien piensa que gracias a esta plataforma su película se verá en 190 países.

Sí. Pero yo prefiero que la vean bien, aunque solo la vean en tres países. Y no que se consuma como a veces consumimos la televisión, que la ves mientras cocinas o para quedarte dormido. Para mí, la experiencia estética que es estar encerrado en un cine es insustituible. Entiendo que lo lógico es que una película se estrene primero en salas y después en Netflix.